Desde el misterio que la angustia labra
cuando rezuma dolorosa espina,
crece el vaivén con mística rutina
en encontrada esencia de palabra.
Broma que llega a veces a macabra
sin que por ello pueda ser genuina
la pretensión que en todos origina
que se cierre la mente o que se abra.
En toda lucidez se vierte ahora
lo más guardado de la fuerza neta
con certidumbre y vena redentora.
Es de esta forma en el sendero meta
que deja indemne la presión actora
con argumentos vanos por receta.
Del libro “PENSADOR FURTIVO” de
JERÓNIMO CASTILLO -Argentina-
Publicado en la revista Oriflama 30
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