sábado, 22 de julio de 2017

ASÍ LA TARDE…


Así la tarde:
Como diluvio de serpentinas enroscadas
que se deslizan por liana de agua
cargada de sapos saltarines
en un croar musical.
Bajo penumbroso techo de cielo nuboso
negro como si fuese el infierno…
Tenebrosa tormenta.
Rayos y truenos que acongojan y encogen
en un apretar de carnes y corazón lento.
Mirada tras el cristal, ausente,
fija en una cortina blanca incesante
de lluvia inacabable y puntos verdes y negros.
Como boca de dragón que a través de sus fauces
nos escupe sapos en vez de fuego.
Vuela la imaginación
hasta jugar a batallas y duelos.
Espadas y sapos enfrentados
en un aquí salto o aquí me quedo.
Correr de agua, calles intransitables
invitan a quedarse dentro
en un recogimiento de congoja y pensamiento…
El fin del mundo no está lejos…
Tarde de naturaleza,
que nos hace inmensamente pequeños.
Rugen las nubes en un choque de encuentros
alegres para ellas, vaciando sus vientres
de todo el veneno nuestro.

…Descargan sobre nosotros
lo que les enviamos desde
nuestros cortos cerebros…

Lola Wizner

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