sábado, 22 de julio de 2017

A NICOLÁS DEL HIERRO


Sobre los mares de la paz humana
 navega tu conciencia a sotavento.
Corren olas de vida al son del viento...
 y el sol dona su luz a la mañana.

A lo lejos repica una campana.
Un camino se abre en un momento.
Expande un ruiseñor trinos y aliento
al compás de tu lírica fontana.

El fulgor de tu verbo... al infinito
me hermana, y en mi sangre queda escrito
el verso de tu huella soleada.

Ahora, que ya domino los inviernos,
 mi voz acude presta a la alborada
que tus jardines crean de la nada.

Del libro SIEMPRE EN VUELO de CARLOS BENÍTEZ VILLODRES
Publicado en Carta Lírica

No hay comentarios:

Publicar un comentario