No podrás traspasarme.
No soy de tu propiedad
ni de éste, ni de aquél.
No podrás convertirme
pues pesa más
lo que más leve es.
No podrás rendirme.
Limitarme no podrás:
el mar no calza tu pie.
No. No podrás traspasar.
Tarde llegas ya;
coraza puse al corazón
alas y viento a los pies.
Raúl Sánchez Alegría
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