sábado, 22 de noviembre de 2014

ESTATUAS VIVIENTES


Dos soldados camuflados,
un motorista en salto,
un patinador, la reina y el lacayo,
cuatro estatuas llenas de vida
que durante unos segundos ni parpadeaban.

Impresionante. Por unos momentos
crees que han perdido el movimiento
que son estatuas reales
como las de Carlos Tercero
o la del oso y el madroño.

Un trabajo minucioso donde cada detalle
cuenta para sorprender al paseante.
A mí me sorprendió su inmovilidad
y la perfección de su caracterización,
gestadas en varias horas de trabajo.

JOSÉ LUIS RUBIO

No hay comentarios:

Publicar un comentario