Una lluvia gastada que todo lo puede
es mi rostro serio siempre al borde del andén.
Como una tarde gris,
como un intruso,
como un estorbo, me siento.
Como un refugio,
como un camino por recorrer,
como el peso de mi dolor, me siento.
Como el espejo de una lágrima,
como una noche aciaga,
como la fuerza de un amanecer, me siento.
Como si no perteneciera a nadie,
como el vacío de una calle de invierno,
como un mercado desierto, me siento.
Una lluvia gastada que todo lo puede
es mi rostro serio siempre al borde del andén.
GUILLERMO JIMÉNEZ FERNÁNDEZ -Mérida-
DE FACEBOOK - 6143 - CENA PEÑA ATHLETIC
Hace 3 horas
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