que me mienten silenciosos
valles pálidos, agrietados
de rosa carmesí voluminosos.
Moviendo abren y se cierran
traslúcidos cual pecado mismo
del ansia de tenerlos, besarlos
del deseo no correspondido.
Se mueven entonces,
en ritmos que no entiendo
monocordes o sinfónicos
tus labios ya no veo.
Se me escapan silenciosos
confinados al eco del recuerdo,
torturando mi carne que anhelante
morderlos quiere, hacerlos sangre.
Mauricio Rodríguez (Francia)
Publicado en el boletín Lapislázuli Periódico
No hay comentarios:
Publicar un comentario