Él me ganó de mano, yo la había visto
y la dejé ir con una sonrisa dulce,
cuando pasaba por su lado sus ojitos
me miraban pícaros y enamorados,
pero nunca le dije nada, por temor
a molestarla o tal vez por no invadir
su bello andar que desde mi ventana
parecía oler su piel recién bañada.
Vivíamos tan cerca y ahora tan lejanos,
cerquita del arroyo, agua que tocaron
sus pies, su cuerpo todo y sus manos
las que hubiese querido que recibieran
la sortija de los sueños compartidos,
las caricias satisfechas detenidas
en su pecho para sentir su corazón
palpitando por mí y no por el de hoy.
Suspiro recordándola, bella argentina,
tus piernas bronceadas, tu pollera
que el viento entorpecía para verle
ella la sostenía y yo moría por tocarlas,
quería que fuesen mías, seguirlas
junto a sus pasos y alcanzarla
donde vaya, por cualquier camino,
esperaré por siempre, si decide amarme.
SIL TORRES -ARGENTINA-
DE FACEBOOK - 6141 - ESPABILAR
Hace 21 horas
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