sábado, 1 de diciembre de 2012

LA INSPIRACIÓN DE MAHATMA GANDHI COMO REFERENTE PARA EL MUNDO DE HOY


Mahatma Gandhi tuvo la inspiración que ahora necesita el mundo. La no violencia fue el abecedario de este iluminado ser humano, dispuesto a ser tan humilde como el polvo para poder descubrir la verdad. Fue un corazón grande, es un alma grande, será por siempre un referente de paz. La no violencia fue su primer artículo de fe y el último artículo de su credo. La no violencia y el destierro del ojo por ojo le cautivaron y lo cultivó como pocos. Dijo no importarle sufrir todas las humillaciones, todas las torturas, el ostracismo absoluto y hasta la muerte, todo lo daba por bien empleado para impedir la violencia. Obró como un hombre de lenguaje conciliador y apaciguador, de verbo profundo y de acción clarividente, no en vano
sostuvo que cualquier persona que se precie de no ser violento, tiene que considerar al mundo, a todo el mundo, como parte de su familia.
Hay que volver a Gandhi que siempre estuvo comprometido con la verdad, y con la no violencia. Es un
referente para el mundo de hoy. Tiene que serlo. Su legado es un legado armónico que neutraliza las luchas
actuales. La no violencia de Gandhi es un camino de acogida y de recogimiento, donde cada uno aporta lo mejor de uno mismo, y así es como se alcanza el horizonte soñado, bajo un cielo de amistad global y globalizada. Que vuelva Gandhi al mundo, por favor. Que vuelva con sus plegarias a esta tribuna planetaria de injusticias y miserias humanas. Que vuelva y que nos devuelva la esperanza del cese de tantas batallas innecesarias, de tantas guerras inútiles, fomentadas por los ricos con la factura de los pobres.
El 2 de octubre se celebra el día de la no violencia, o sea el día de Gandhi, una jornada cuando menos para
meditarla. Se dice que la paz empieza por cada ser humano, y es cierto, brota del corazón de cada persona. Hay que volver a sentir los latidos del alma para rectificar. El mundo anda crecido por miles de contiendas, nos desbordan las sociedades crispadas en lugar de las sociedades pacíficas y justas. Nos sobrepasan los odios y nos sobrepesan las venganzas. Urge retornar a las fuentes del alma y de la vida, a la verdadera vivencia y convivencia de efectivos guías como Gandhi.
Lo que se logra con violencia solamente puede subsistir con violencia. Violencia llama violencia. Tan sólo
por la educación, me refiero a la enseñanza que se asienta en obtener lo mejor de la persona, se puede atrapar la no violencia. El amor que pongamos en esa formación es más fuerte que la violencia. Gandhi inventó la receta para calmar todos los dolores, lo primero es que no dejes que se muera el sol sin que hayan muerto tus rencores y, lo segundo, es contar con un apoyo, el saber que cuando todos te abandonan, Dios siempre se queda contigo.

Víctor Corcoba
Publicado en la revista LetrasTRL 41


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