Qué decoro, doña Clara: el ser pobre pero honrada!
Siempre empinada en su orgullo, la buena de doña Clara,
se desloma trabajando de la noche a la mañana.
de la mañana a la noche de la noche a la mañana.
Pero, pobre, a veces miente, para no mostrar la hilacha.
Suele mentir cuando dice: "En casa no falta nada.
Piensa que tiene la culpa de ser pobre, doña Clara,
aunque deje hasta el resuello mientras lava que te lava
repitiendo a cuatro vientos: "En casa no falta nada.
Su chico dejó la escuela, su chica está de mucama,
al alba salen los tres y es como un látigo el alba.
Que clara bondad de pan, la bondad de doña Clara!
Con su piadosa mentira le lava al mundo la infamia
de la mañana a la noche, de la noche a la mañana.
De día se pone oscura, de noche se pone clara,
le falta cinco pa'l peso pero el peso no le alcanza.
Que clara bondad de pan, la bondad de doña Clara!
En Toda la piel de América de ARMANDO TEJADA GÓMEZ
Publicado en la revista Isla Negra 331
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