Sí, lo confieso...
Me fascina tocar mi cuerpo
Me acaricio con ricura los bordes, lo húmedo.
No soy reprimida de caricias
Y no ando buscando remedios, curas, ni pretendo hacer una manda.
Confieso que me masturbo cuando me place,
que no hay nada más delicioso que disfrutar el sexo que tengo conmigo misma
Yo confieso que me gusta salvajemente las ideas que el silencio me da .
¡Gemir, gritar, expulsar fuerte esas palabras guardadas.
¡besame despacito!
Yo confieso que imaginar para mí es todo un arte,
Que me gusta ser tocada,
Explorada, abierta y expuesta
A las caricias de una lengua
A los dedos acariciando mi vulva, explorando todo mi vientre.
Yo confieso que no me arrepiento
de las veces que he tenido un
orgasmo
Siendo amante de muchos y de nadie a la vez,
Que me gusta ser la fantasía de alguien,
y la realidad sólo mía
Yo confieso que adoro soñar
Como siento los besos y caricias de alguien cuando estoy punto de venirme
y sentir su cuerpo contra el mío,.
Sentir mis senos firmes, tan
Disponibles para una boca, para unos dientes encajados.
Yo confieso que imagino mucho
Mi sexo, abriendo mis piernas
Invitando a probar con placer,
Yo confieso que me gustan...
Los encuentros casuales en mis loca fantasías
Miradas morbosas del hombre que me tiene,
Los encuentros con amor son mis favoritos,
pero no vivo molesta con nadie
Yo confieso que soy la mujer que piensa,
que sueña, que vive, que hace y deshace.
Yo confieso que soy la mujer que toca
Que ríe, que vuelve a tocar,
Que hace el amor, que estudia, que tiene fantasías,
Que para mí masturbar no es un pecado,
Es una dicha que tengo como humano.
Yo confieso.
Iveth Hernández
No hay comentarios:
Publicar un comentario