Entre bambalinas,
collages,
el teatro funde sus luces,
de infrarrojos personajes,
sustantivos,
altruistas,
linajes entre divanes.
Entre la multitud,
el ambiente gris se vuelve.
Entre ellos,
el señor,
sus contribuyentes,
ansiosos de gira,
en su función enfocados,
diligentes.
Como sombra constante,
me trae,
me lleva.
Mi mente se vuelve cascada,
agua,
corrientes,
que fluyen,
que manan,
sin tronco donde sujetarse,
aferrarse.
"No quiero sentirte,
escucharte,
soñarte,
ni verte".
Copiosa pesadilla,
aterroriza nombrarte.
Camuflado fantasma,
que en mis sueños apareces.
lo irreal en verdad conviertes,
proyectando espejismos,
a la realidad vuelves.
¡Cuánta impotencia!,
de manos,
de pies me amarras.
Mi sangre,
de dolor derramas.
Innata premonición que nublas el alma.
Asun Cortes Rodriguez
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