jueves, 9 de mayo de 2013

SOBRE EL SILENCIO COMO MEDITACIÓN Y RECOGIMIENTO, Y NO COMO ALIADO DE LA CORRUPCIÓN Y EL CRIMEN


(dedicado a la labor de amnistía internacional, y todas las organizaciones pro derechos humanos, por su constante denuncia de violaciones, muertes, y todo tipo de atropello cometido a diario
contra la humanidad y demás especies que habitan nuestro planeta.)

Yo detesto el silencio que se olvida del grito
y que nos va engordando indiferentes,
el silencio cobarde
y el silencio lacayo
que respirando vamos en silencio.
Ese amargo silencio que nos pudre la encía
y nos da un parecido terrible a los muertos;
el silencio mezquino que el poder nos impone
como un burka de hierro ocultando una herida,
nuestra herida más honda,
nuestra piel, nuestra esencia,
nuestra voz desgajada y
también nuestro llanto…

Yo abrazo otro silencio
que respeta la vida,
me recojo en su espacio
de noche seductora, y desde allí
te canto, te elogio o te sentencio…
Yo abrazo otro silencio

que viene a visitarme,
o aquel que, sin pereza,
escojo libremente;
pero ante la injusticia
me indigno y no me callo.

Benito Gallardo Martín

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