A la sombra acariciante de la higuera,
dejo soñar horrendas emociones
que están aletargadas en rincones
ardiendo como brasas en hoguera.
Se extiende pertinaz la estupidez
que nace de las almas más mezquinas
con ellas va sembrando las esquinas
de odio que genera la memez.
Estamos ya cansados de mezquinos
comparsas de tétrica procesión,
que violan la justicia y la razón
cual vulgares salteadores de caminos.
Dejando en el estrado la estulticia
hacen gala y honor sus señorías,
llenando de memeces nuestros días
y cubriendo con oprobio la justicia.
Presumen de respeto y democracia
con la retorica del asno que en el prado
se dio en creer un músico consumado
por resoplar con Mas, falacia todavía.
Cada cual se carga con sus razones,
razones que a los demás no respeta
mientras siguen chupando de la teta
y al pueblo se le hinchan los cojones.´
JOSÉ SALAS
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