MUJER DE EJEMPLARES HUELLAS

Huellas de marcas de nobleza,
trayectoria de firmes sombras.
Huellas con la justicia para amar,
mira las huellas de mamá en tu memoria.

Cuando observas a tu mamá,
en sus actuaciones en el escenario de la vida.
Con la fortaleza y tesón que apoya su familia
en cada evento de la vida diaria.

Ese actuar de mamá ejemplifica,
lo que es una mujer entregada
a su familia y a la vida propia.
¡El amor de mamá da razón a la felicidad!

La forma más bella de comenzar
a comprender el valor de una dama,
de una niña, chica o una mujer.
Es por el valor que se le da a la mamá.

La madre como: trabajadora, educadora,
formadora de personas y ejemplo palpable del amor.
En la dimensión más pura de dar por los demás
sin esperar nada a cambio.

Es la forma más grata de valorar
a la mujer en toda su dimensión.
Además mirar todas las formas en que actúa:
Laboral, profesional,
como madre, como hija, como hermana,
como amante y otras facetas.

Por otro lado podemos tratarnos,
con equidad de genero todos.
Como seres humanos capaces de realizar
cualquier actividad sin importar el género.

Con este principio de equidad de género
y una actitud de respeto por la vida.
La violencia a la mujer y a cualquier persona
se reducirá en gran medida para nuestro bienestar.

Es un camino propicio para una buena vida:
de la mujer, la niña, la dama, el hombre,
el niño, el padre el educador y la educadora.
Para una vida con fracasos y éxitos vivibles.

La equidad de género nos invita:
respetar a la mujer,
respetar al hombre,
respetar la niña,
respetar al niño y a la naturaleza.

Si amas a tu mamá,
amas a tu amada,
te amas a ti mismo
y al prójimo con decisión.

Ama la vida como a mamá,
ama a tu amada con la energía
lila que tienes como estrella supernova
en continua explosión de amor singular.

Sigue las huellas de mamá,
como una gran niña,
como una chica audaz
y como una dama ejemplar.

Hermosa huella por andar,
camino de filantropía de mamá.
Traza la trayectoria de las damas
con los pinceles y las huellas finas de mamá.

Fernando Enrique Zárate Ángel -Colombia-