RECOMPONIÉNDOTE

A María Eugenia Caseiro

Callado voy de noche a remembranzas
de aquellos días a horcajadas locas.
Tubérculo mangrino soy
de ausencias
que en sábanas sacude todo el cuerpo.

Y voluptuoso veinticuatro eclipses
deslizo el cubo a rellenar la mente
con mieles tuyas grávidas de auroras.
Me vuelvo cerebrista redomado

lamiéndote y rumiándote sin tregua.
En el regazo de mi silla turca
explotan pirotecnias deseantes.

Ya llega tu fantasma a perfumar
mi flor de penitencia en torso anclada
y recupero el hilo de la fiebre.

Jorge García de la Fe