Ya se había extinguido
el olor a rancio de mis pasiones.
Se nos daba de lleno el gesto inicial de nuestro amor.
Con el don de la ilusión
que me ofrecías
Mi corazón no pudo evitar
hacerse llama.
Me di toda fundiéndome por siempre
Cuando tú me enamorabas.
Sólo el verdadero amor,
el pleno amor mata y sana.
Y transforma todo lo que toca.
Por eso yo me hice vida en tu alma y fui estrella muchas veces
En tus brazos derramada.
Cuando despertaba
Tus caricias habían tocado mi cuerpo
Y habían rozado mi beso
Sabes que para mí tus manos
son las manos del alba.
Si me tocas;
mi cuerpo y mi alma
se llenan de gracia.
Mi amor es siempre nuevo y eterno
Hasta que se extinga
En la noche de los tiempos.
En tus ojos he vivido toda
la Armonía del universo...
Pero por momentos
siento que me pierdo.
Que tu luz no está y que
la mía se apaga.
Ya no puedo seguir inventando
esos cielos de locura.
Hoy querría decirte todos los
secretos juntos.
Avivarme en tus ojos.
Encender tu nombre
Y que mi memoria no
olisquee mi herida.
Espero incendios de nieve
detrás de tu desidia
Que borren mi olor de olvido
Y avienten mi melancolía
Carmela Linares
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