Fue tu décimo aniversario
Pero te recuerdo a diario,
Como con tu maestría
Nos enseñabas a ser buenos guías.
Moriste en la flor de la juventud,
Con rabia, con lentitud
Pues el lupus no perdona al ser humano
Y la muerte la lleva de la mano.
Viviste poco tiempo
Pero el suficiente
De ver a tus niños
Tratarte con cariño.
Todos lloran esa fecha
Un día que nos partió el corazón
Pues a todos los que quisiste
Les mostraste devoción,
Una devoción que no se paga ni con dinero
Y por eso proclamo al mundo entero
Que fue un privilegio
Ser hijo tuyo
Y lo digo con orgullo.
Seguro que he cometido fallos,
Eso no me lo callo,
Pero intenté hacerlo lo mejor posible
Pues eras una mujer increíble.
Como se que estás ahí arriba
No hace falta que te escriba,
Que vamos un poco renqueantes
Pero seguimos siendo los de antes
Con virtudes y defectos
Pero por ti, mucho afecto.
Tú, para mi serás inmortal,
Y eso que eras una mujer normal,
Que preferías los segundos planos
Pero todo el barrio, sabía que era en vano
Que eras la gran estrella
Que brilla en el cielo azul
Y pondré una querella
A quien me diga que no eres tú.
Nos volveremos a ver un día
Lo pasaremos con alegría
Pero mientras tanto, recibe estos besos
A través de estos versos.
JAIME ALEGRE LASTERRA -Barcelona-
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