lunes, 30 de octubre de 2017

PRETEXTO


Yo me duermo entre las flores de tu pelo
cuando hablan mediodías al oído.
Tú me rodeas con un dedo indice dibujando
en el aire secretos entre las sombras
o el hervidero de un mes de agosto enfermizo.
Él es un nido de fuertes vientos en mi cabeza,
y va sobornando el cielo o en infierno a su antojo,
como un ladrón que juega a ser juez y esconde el botín
entre fisuras invisibles al verbo de cometerlo.
Ella, bendita luna, un trabalenguas entre palabras y versos, paredes.
¿Y nosotros? ¿Dónde estamos, dónde caminamos descalzos hacia el lugar que maniatamos como un santo?
Ellos dejaron de ser nosotros. a ser ella, a ser tú, a influir en el yo, a ser nada comparado con la tierra que mueve los mártires.

ISABEL REZMO -Úbeda-

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