Hoy vengo con olor a campo,
con olor a águila, que ojea desde su atalaya
que observa sus pollos inquieta, pero se calla,
con olor a lobo que vigila tus pasos
desde su guarida en la oscuridad.
Con olor a ubre de cabra, que con sus ubres
dilatadas te ofrece el desayuno de la mañana;
con olor a manantiales sudoríficos que brotan
generosos en la falda de la montaña
y alimentan a los ríos y a las huertas olvidadas.
Vengo con olor a río, a pantano y quizás a rana...
-a algo que no se puede olvidar-
a lluvia, a rocío y por consiguiente a tierra mojada.
Se pegó tan cariñosamente a mi el aroma a tomillo,
a romero y a retama, que quedé prendado
de la pastora, el rebaño y su cabaña...
anclada como una goleta en la ladera de la montaña.
Que me entraron ganas de ti..
y vengo con olor a amor, de hombre
que perdió su sombra, de un hombre
con instintos de enamorado,
de un hombre con corazón de pájaro,
que le dicen: "perdigón" como un alondro enamorado...!
RAFAEL CHACÓN MARTEL
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