PLEGARIA

...¿Y entonces señor?
¿cuándo es que vas a devolvernos
la paz que tanto ansiamos?
¿Cuándo es que volverán los niños
a sonreír sin miedo y sin dilemas?
¿Cuándo es que volverán
a anidar las palomas sus polluelos?
¿Cuándo dejarán de sonar los rifles
para escuchar
dulcemente a los turpiales?
Aquí estoy, de nuevo, señor,
haciendo esta plegaria.
Aquí estoy de nuevo señor,
pidiendo por mi patria.
¿Será que es tanto el egoísmo,
que preferimos
acabar con nuestra tierra?
¿Será que es tanta la impotencia,
que acunamos
en nuestras manos la cabeza?
¿Cuándo señor,
dejarán en paz a los ancianos
para que sigan como antaño
narrándonos sus cuentos?
¿Cuándo
volverán sus manos callosas
a acariciar con dulzura
la melena de sus nietos?
¿Cuándo los latales
esperarán ansiosos las bellas auroras?
¿Cuándo
se escuchará de nuevo
el eco en las montañas,
mientras van madurando los trigales?
¿Cuándo
volveremos a ver los chicos barrigones,
corriendo sin camisa contra el viento
detrás del barrilete o de la rana
hecha con las hojas del cuaderno?
¿Cuándo, Señor?
¿Cuándo dejarán de caer
en mi patria destrozada
tantos jóvenes sedientos de vida,
muertos por las balas asesinas?
¿Cuándo
escucharé a un solo grito...?
¡Basta ya
de tanta guerra y tanta miseria!
¡Basta ya
de tanto miedo y tanta zozobra!
¡Basta ya,
de tanta injusticia y tanto muerto!
¡Basta ya, Basta ya, Basta ya!

Margoth Perez Arias