lunes, 24 de julio de 2017

LA VISITA


El sonido del timbre en la puerta, lo sacó de aquel duermevela, que todas las tardes lo invadía cuando se recostaba frente a la tele.
Estaba tan acostumbrado a la soledad que cuando alguien lo visitaba se ponía de mal humor. Incorporándose con gran trabajo iba mascullando entre dientes.
Estos huesos cada vez me duelen más, claro que bastante bien me encuentro a mis años.
Observó por la mirilla y vio a una mujer madura muy atractiva que le sonreía diciéndole: abre, no tengas miedo, te conozco desde hace mucho tiempo y tú a veces has hablado de mí. Confiado abrió
extendiendo la mano para saludarla pero ella se le acercó y le dijo: no sabes cuántas ganas tenía de hacer esto. Una mezcla de alegría y miedo lo estremeció.
Al sentir aquel abrazo se olvidó de la soledad y los recuerdos más felices de su vida desfilaron frente a él como una película.
Después, todo fue oscuridad.

María Jesús Zaldívar Navarro
Participante en el VI Certamen Microrrelatos Libre Memorial Isabel Muñoz

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