martes, 4 de julio de 2017

HERENCIA


Kreiz: No conocí a mi abuelo, mi padre se avergonzaba de él. Otto Von Zola, científico del Reich, no fue juzgado en Núremberg, ya que ninguno de sus inventos estrafalarios funcionó. Mi familia se cambió el apellido por Kreiz cuando emigró a los EEUU, nunca me quedó claro si mi padre renegaba del pasado nazi o de la locura de mi abuelo. Para él fue un disgusto cuando le dije que entraba en la universidad, hubiera preferido que le ayudara en el negocio de construcción. Hace una semana recibí
una notificación de herencia, mi abuelo me lo había dejado todo, una vieja mansión en Heidelberg, por lo que veo conocía mi pasión por la ciencia, pese a que nunca hablamos en vida, siguió detenidamente mi carrera. 05/06/2017 Diario de Richard Kreiz.
¡Viejo loco! No me extraña que se mofaran, he pasado un día revisando sus papeles y las máquinas a medio construir del sótano: mezclador genético, el reloj del juicio final, plataformas voladoras de combate, exoesqueletos… ¡Basura que nunca funcionó! Afortunadamente cambiamos el apellido.
06/06/2017 Diario de Richard Kreiz.
¡Genio! Mi abuelo era un incomprendido, un adelantado, que no disponía de las fuentes energéticas
necesarias, he sustraído baterías experimentales de la empresa y he logrado que funcione el mezclador genético ¡Es una obra de arte!
Leonardo, Einstein, Edison palidecen ante el intelecto de Von Zola.
07/07/2017 Diario de Richard Von Zola. ¡Si, la genialidad de mi familia será reconocida! Obligo a mis esclavas mujeres-gacelas que me sirvan un vino robado de la bodega de Napoleón mediante mi máquina del tiempo, y allí veo como el botón del  apocalipsis me llama tentador ¿Me atreveré a pulsarlo? La respuesta es clara, esos gusanos han de aprender a respetar a sus superiores… ¡y los Von
Zola han de ser temidos!

Manuel Santamaría Barrios (España)
Publicado en la revista digital Minatura 155

No hay comentarios:

Publicar un comentario