jueves, 27 de julio de 2017

DESDE LEJOS


Hoy quiero que sepas desde la profundidad
del mayor de mis sentimientos
que fue un acto de amor dejarte marchar
haciendo como si fuera yo el que comenzaba a andar
y al contártelo ahora no te miento
si te digo que fue para regalarte tu libertad.

Que no quería que mi compañía
fuera para ti el lastre que te impidiera
vivir al fin tu ansiada utopía;
que mi alma compañera no quisiera
ser la que tus alas siguiera cortando
a ese futuro que te andaba esperando.

Aguanté estoicamente el dolor
que supuso para mi alma tu partir,
sabiendo que algo en mí iba a morir
y que todos esos momentos compartidos
irían llenando el cajón de los olvidos
mientras se diluía su calor y su color.

Y hoy que te miro desde la lejanía,
espero que ese soñado destino
no conozca de daños ni desatino,
pues quisiera que lo que sufrió el alma mía
al decirte por siempre adiós
haya sido bueno, al menos, para uno de los dos…

Isidoro Giménez 

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