Han pasado tantas primaveras ya no siento tu calor, sopla el viento al suroeste, que a lo lejos lo arrastra el eco de tu dulce voz, sintiendo tu tierno y suave canto, endulzando a mis oídos refugiándose en mi alma; como diciéndome que aún me quieres y no me has olvidado.
Ahora siento que deliro que te tengo a mi lado, te desnudo con mis ojos abrazándote fuertemente, aferrándome a aquel recuerdo que dejó pasar el tiempo.
Estoy abatida por no tenerte cerca, mis sentidos se confunden viviendo de recuerdos ilógicos, que ya no tienen sentido; tu memoria vive en mí, son gratos a mi corazón, no puedo desecharlo al olvido, ¡porque tú! Si me hiciste vivir.
Si en algún momento regresaras por estas tierras catrachas, no lo dudes por un momento que aquí yo te espero, para hacer de este ensueño una realidad, porque ni las aguas color turquesa saladas del atlántico, que se rompen con fuerza las olas en las rocas, humedeciendo la arena blanca, ni eso a podido borrar tu recuerdo, pues fue allí donde quedaron marcadas nuestras huellas, de aquella última tarde de primavera..
Rosy Posy -Honduras-
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