jueves, 6 de julio de 2017

AMOR


Mi alma era un traje azul de color del cielo,
la abandoné sobre una roca junto al mar
y desnuda llegué hasta ti y parecía una mujer.
Y como mujer me senté a tu mesa
y brindé con vino y aspiré el aroma de unas rosas.
Me encontraste como la belleza de tus sueños,
yo lo olvidé todo, olvidé mi infancia y mi patria,
lo único que sabía es que tus caricias me tenían cautiva.
Y tomaste sonriendo un espejo y me pediste que me mirara.
Vi mis hombros que estaban
hechos de restos y se desintegraban,
vi que mi belleza estaba enferma y no
tenía más voluntad que desaparecer.
¡Oh, atrápame entre tus brazos tan fuerte que ya no necesite
nada más!

Del libro Poesías de Edith Södergran -Suecia- Traducción Hebert Abimorad
Publicado en Periódico de poesía 99

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