domingo, 2 de marzo de 2014
LETANÍA
Benditas las mujeres que protegen el fruto de su vientre
y ostentan la parábola de su belleza bajo un delantal,
aquellas que lavan su rostro con el manto de la rutina
y se atreven a alzar la voz, aunque sólo se tenga la voz.
Benditas las mujeres que arrastran el estigma de impuras
regando su futuro con lágrimas de ausencias
aquellas que encuentran purificación
en el agua de cualquier río
y tejen amores dispersos en el manar del tiempo.
Benditas las mujeres que se enamoran,
las hechiceras de la noche,
las que comparten el fuego de las bodas del cuerpo
en la consagración de la piel.
Benditas las que gritan lo que el corazón profesa
las que escuchan y las que defienden su palabra
las que ocultar deben sus pasiones verdaderas
sobreviviendo como agua estancada y triste.
Benditas las que abrasan su nido vacío
y reviven cada noche el éxodo desde su origen.
Benditas las que son tormenta y ríos sin cauce,
a las que llaman locas, revoltosas, liberadas, feministas,
pero encaminan al viento con una mirada.
Benditas las hembras con fracturas y con fragmentos.
Benditas Nosotras, matriz del universo.
Lina Zerón -México-
Publicado en la revista Archivos del Sur
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