Tristeza, soledad y melancolía
han sido mi única compañía
permítanme tomar distancia
recuperarme de esta agonía
ya que quiero retomar
a la vida mía.
Me han mostrado un camino
de dolor y fastidio
llevándome a un mundo
donde se me ha querido exiliar
por mi rebeldía,
a no querer quedar
asfixiada para no poder empezar.
Es de afrontar la vida día a día
con una sonrisa y la esperanza mía
con el anhelo que todo esto pasaría.
Tristeza, soledad y melancolía
dejamos de padecer
hemos terminado
en este atardecer
doy gracias de las lección para crecer
y no desfallecer
si es que en algún momento las vuelvo a ver
les pediré que se alejen de mi ser.
Sandra Méndez -Guatemala-
Microrrelato: El poder de un dios
Hace 5 horas
No hay comentarios:
Publicar un comentario