sábado, 15 de junio de 2013

DELITO DE SILENCIO

La aceptación del sistema corrupto y destructor
que impera en el mundo, nos hace a todos culpables,
el silencio es el mayor aliado de la injusticia.
Avalon Breton

Hace tiempo escribí un artículo en el que acusaba a esa parte de la sociedad que calla y mira para otro lado de cómplice de asesinato, de extorsión y de otras lindezas que el Poder reinante dado en Occidente comete sin que la sociedad parezca temblar, no digo que toda la sociedad sea totalmente apática o esté inoculada con el virus de la conformidad, no, pero hay un gran mayoría que sí lo está y esa gran mayoría es culpable del delito de silencio cometido al mirar para otro lado ante las injusticias cometidas por los que gobiernan el mundo.
Este fin de semana le dediqué un rato a ver los documentales: Dinero y conciencia y La larga noche de los 500 años. Y cuando uno termina de ver esos documentales, descubre que por suerte no todos comenten el delito de silencio, y uno se siente gratificado sabiendo que se lazan voces en contra de la barbarie, voces que en muchos de los casos, como es el del comandante Marcos, han sido silenciadas por parte de los medios de comunicación afines al poder, y que gracias a Internet, como es el caso citado del comandante, han podido llegar a los oídos de millones de personas que tras oír esas voces en contra de la tiranía, han decidido dejar de practicar el delito de silencio, dejar de mirar para otro lado ante la injusticia, y se unen a ellas y gritan alto y claro ¡BASTA!
Así es el caso de los pueblos indígenas a los que la oligarquía opresora y destructora ha querido exterminar, aniquilar de la forma más perversa: La perversión de eliminar su identidad como pueblos, es peor todavía que la perversión de asesinarlos físicamente, porque no hay peor crimen que el que se comete para privar de identidad a un ser humano para convertirlo en una simple y pura cifra, un número que cotiza en bolsa, un consumidor en potencia, que es desechado en el momento que no obedece los patrones establecidos por el neoliberalismo capitalista agresivo y destructor capaz de
extermina pueblos enteros con tal de robarles sus recursos, y despojarlos de su identidad con consignas de “integración” y “solidaridad” cuando lo que pretenden es totalmente lo contrario.
Quiero mencionar mi caso para que sirva de ejemplo como lucha diaria a los que quieran ir contracorriente. Después de haber vivido muchas experiencias en la vida, y haber conocido todos los bandos en contienda: He sido empresario, emprendedor, y rico; ahora estoy al otro lado del río: soy escritor, pobre (y cuando digo pobre, es pobre y mi riqueza está por debajo de la cantidad que establecen los gobiernos para la estadística sobre pobreza), y lucho cada día por vivir según mis ideas y pensamientos; siento una satisfacción grande cuando descubro que estoy fuera del sistema de consumismo y marginación que la globalización de los mercados ha creado. No soy un consumidor que a ellos les sirva:
(No tengo coche, no tengo televisión, no tengo casa, no tengo trabajo remunerado, no compro en grandes superficies, lo hago en tiendas de toda la vida, las del barrio, cada día más escasas, no consumo nada de lo que sé que detrás hay una multinacional, no tengo cuenta en los bancos…). Soy un observador nato que denuncia la injusticia, y que lucha porque se acabe de una vez por todas esa larga noche de los cuchillos afilados que todavía, de otro modo, y con otro forma de derramamiento de sangre, sigue asolando a los seres humanos, sigue aterrando a los hombres, mujeres y niños, inoculando en ellos la doctrina de la sumisión metiéndoles el miedo en el cuerpo.
Siempre digo que antes de cometer el delito de silencio, que antes de ser cómplice de asesinato, de invasión, de usurpación de los recursos, y lo más importante, que antes de ser cómplice del genocidio orquestado por los poderosos para acabar con todos aquellos que no les obedezcan, digo que antes, como dijera el Che Guevara: “Mejor morir de pie que arrodillado”.

SALVADOR MORENO VALENCIA
Publicado en la revista LetrasTRL 56

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