domingo, 31 de marzo de 2013

INSPIRACIÓN


Yace, duerme en las sombras de la mente
la predilecta musa que me inspira,
entre sus manos de cristal, la lira
que acompaña su canto sugerente.

Al sentarme a escribir, turbo el ambiente
de mi ático mental; ella se estira,
desperezando su quietud, suspira,
y abre la claraboya. De repente,

la luz, en avalancha, se apodera
de su imagen desnuda, y yo a la espera
de que inicie la magia de su canto.

Al fin resuena en mi interior. Transcribo
cuanto ella me transmite, y no concibo
reflejar por mí solo risa o llanto.

FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -Los Ángeles-

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