A veces, busco lunas en tus ojos,
me bebo el agua a tragos de los ríos,
lamo en los cuencos de la luz vacíos
de tus acantilados-labios rojos;
me pierdo por la bruma y los deshojos
buscando entre la espuma, a ellos –los míos-,
huyo de la verdad con desvaríos
hundiéndome en la mierda y sus despojos.
Y bajo el tobogán…Y pierdo altura,
caigo en tu cama -mal- con calentura
y, como un niño enfermo en tu regazo
me rindo a las caricias, entro al lazo
de tu amor, de tu cuerpo y tu ternura:
y, algunas veces, muero en un abrazo.
Antonio Ramos Olmo. ESPAÑA.
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