viernes, 12 de octubre de 2012

LAS PATRIAS



“A mí debes creerme. Mientras existan patrias seguirá el hombre siendo una bestia feroz…”Alexis Zorba el griego.
Nikos Kazantzakis

Una gran verdad como hay pocas. Cierto es que si el concepto de patria no estuviera gravado a fuego en la mente de algunos seres humanos, probablemente, el mundo sería diferente. Hay en la Declaración Universal de Derechos Humanos grandes artículos que, de respetarse, harían que el mundo fuera un lugar donde primaran la justicia, la paz, y la igualdad, o aquellas tres máximas que quedaron como señas de identidad de la Revolución francesa: “Libertad, igualdad, fraternidad”. Que también se cobró una gran parte de vidas. Todas las revoluciones habidas en la historia de la humanidad han tenido un importante coste de vidas humanas, difícilmente, mientras siga habiendo patrias y fronteras, haya revoluciones cuyo coste en vidas sea cero.
El gran personaje que Nikos Kazantzakis recrea en su obra Alexis Zorba el griego, nos puede ayudar a encontrar muchas respuestas a esos interrogantes, a esas cuestiones que hacen que el mundo esté en constante conflicto. Se liberan los mercados, se globalizan los recursos, se da libertad de movimientos a las mercancías y se cierran fronteras al libre movimiento de los seres humanos, derecho éste también recogido en esa Declaración Universal, y Kazantzakis nos lo dice en voz de Alexis, hombre que vive con una intensidad impresionante cada instante de su vida, un hombre cuya lógica para razonar es aplastante, por muy simple que esta nos parezca, por muy toscos, o burdos que puedan parecernos sus pensamientos en comparación con los de la mente del intelectual que lo contrata para explotar una mina en la isla de Creta. Zorba el griego es un hombre como no hay muchos, pero como los que este mundo
necesitaría unos miles para hacer revoluciones, Zorba el griego sabe que el hombre está equivocado, sabe que no tiene solución, que está perdido en su berenjenal, como diría el mismo Zorba, sabe que por mucho que él pueda hacer no cambiará nada mientras el hombre no cambie de pensamiento, mientras el hombre no cambie los conceptos como patria y fronteras, sabe que los poderosos usan la tergiversación de las palabras para crear sus discursos acordes a sus propios intereses, así él nos dice que en un tiempo de su vida identificaba a los hombres como ese es un hombre negro, musulmán, chino, macedonio o ruso, pero siempre poniendo en esta forma de diferenciarlos un sentido peyorativo, como si se tratara de verdaderos hombres apestados, para más tarde describirlos o identificarlo como “este es un hombre bueno”, “este es un hombre honrado” etc. Hasta aquí se libera de esas patrias, de esas fronteras porque ¿no es un hombre al fin y al cabo el macedonio, el ruso, el chino, el musulmán o el negro? Sí, eso es lo que nos descubre Kazantzakis en su obra Alexis Zorba el griego, entre otras cosas, que el hombre es un lobo para el hombre mientras se edifiquen sus países con el concepto de
patria por la que debemos luchar ante una invasión, ante una agresión, a la que debemos defender ante esa invasión, ante esa agresión, pero realmente ¿qué o a quién defendemos? Según Zorba luchamos para
salvaguardar los tesoros de unos pocos, una minoría que desde 􀆟empos inmemoriales se ha hecho con el poder, y nos inculca, yo diría, nos inocula, el concepto erróneo de patriotismo, el honor patrio, concepto que nos limita como hombres, y no nos permite ser hombres libres. Y si uno lee el artículo 13 de la Declaración Universal de Derechos Humanos podrá entender que el concepto de patria está obsoleto, pero sabemos que no se respetan los puntos 1 y 2 del citado artículo que dice:
1‐Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado.
2‐Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país.

MARCOS MORNEO
Publicado en la revista LetrasTRL 50

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