lunes, 15 de octubre de 2012

BREVERÍAS


2721
Nunca amamos del modo en que el objeto
de nuestro amor anhela,
pues cada cual trabaja su parcela
sólo a su propia aspiración sujeto.

Tal vez nunca me amó de la manera
que aspiré a ser amado;
tal vez nunca mi amor fuera adornado
de la gala y primor que ella quisiera.

2722
Hay gente que lo sabe, que murmura,
mirando de soslayo a nuestro paso,
en los ojos repudio y vituperio.

Mas nuestra piel es sólida armadura
frente a tal actitud; sin hacer caso,
acunamos tan férvido adulterio.

Llamen otros engaño a estos amores;
embeleco es el suyo, y compraventa:
‘Te doy porque me das’, miel por favores,
y cuerpo y alma impúdica herramienta.

2723
Se me desmoronó la confianza,
al apagar mi luz la desventura,
y ayuda supliqué de puerta en puerta.

Mas no eran noches ya de vino y danza.
Era mi calle silenciosa, oscura,
y cada casa, al parecer, desierta.

2724
A punto de partir. Las estaciones
saben tanto de lágrimas y olvido…
Dime que volverás en explosiones
de afecto, de alegría, de libido,
volviendo a saturar cuantos rincones
se me quedan vacíos y en gemido.
Si pensara que acaso no volvieras,
no te permitiría que partieras.

2725
No pretendo juzgarte. Cada juicio
supone autoridad, desconfianza,
que forja en los amantes disensión.

En la diafanidad no hay ejercicio
de augurio o deducción. Y es mi esperanza
ver de cristal tu mente y corazón.

FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -Los Ángeles-

No hay comentarios:

Publicar un comentario