lunes, 9 de julio de 2012

LA HORMIGA


Ayer, cuando tomaba el desayuno
en mi conuco, que la hierba hostiga,
escalando mi brazo iba una hormiga,
luchaba contra el viento inoportuno.

Pensando que quizás un largo ayuno
anidaba más cruel en su barriga,
dejé que continuara como amiga
subiendo por mis vellos uno a uno.

Una miga de pan hizo bandera,
mi fuerte brazo convirtió en acera,
parque, camino, senda, franco trillo,

y cansada de andar sobre mi brazo
lanzó su carga y me dejó un picazo
como un beso de amor, dulce y sencillo.

Eladio Peña Trujillo, EUA-Cuba Del sonetario:  Que traje de la costa y el oleaje.
Publicado en la revista Carta Lírica 40

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