Una vez que fijamos la mirada en cómo vivimos,
pude ver encontrarme con realidades nuevas.
Había entre los ciudadanos, clamor impresionante,
unos razonan, otros crispados, algunos felices.
¡Todos aprisa, también algunos pausados, lentos,
muchos ensimismados, entre otros acelerados.
Asombrado quise entender mi propia tristeza,
por que no encontraba los valores de felicidad.
Contemplé la realidad de todos los ciudadanos y
la sorpresa fue, la ausencia, con necesaria empatía.
¡Reflexioné, es diferente ver ricos entre pobres!
Vi que el pasado con su presente y futuro merece
responsabilidad justa, sobre todo defendiendo los
valores naturales, aunque siempre desde la rebeldía.
Importa defender el porvenir, aunque entristecidos,
ya que la naturaleza nos obliga, a entretenernos,
con patologías letales, improvisando situaciones.
¡Sin culpas, solo víctimas entre lo inevitable y triste!
La vida, el mejor futuro, el prodigio de los humanos.
Otro horizonte merece atención: ¡ilusiones libertarias!
No perdamos ser orientados por la vida en Acracia.
Se trata de una Sociedad libre, sin dioses, con vida.
La mejor aventura vive entre ideales muy rebeldes,
con la Causa que más libertades sepa reconquistar.
¡Nunca se puede tener la verdad, buscando el poder!
Tiene mayor fuerza el privilegio que libera los egos.
Hay que elevar los sueños a nuevos escenarios.
¡Nunca perder la primacía de ser entes auténticos!
¡Revolucionarios! Porque se trata de mejor Sociedad.
Y las sociedades que prometen fidelidad con libertad,
eternizan ser costumbre, acreditando futuros bellos.
Pero el mayor deseo humano estriba en que florece
todo lo que produzca ingenio, ilusión y largo porvenir.
¡Cualquier sonrisa muestra amor, disfrutando sueños!
Floreal Rodríguez de la Paz
Publicado en Centro Cultural San Francisco Solano