Hoy tengo la sensación,
que tú y yo,
deseamos sentirnos pegados,
“haciendo el amor”.
Uniendo nuestros cuerpos,
bajo la luz de la luna,
sintiendo rozar nuestra piel,
“una y otra vez”.
Acariciando nuestros cuerpos,
con la yema de los dedos,
como si fuese una pluma,
“esa sensación inolvidable”.
Jugando suavemente con los dedos,
hacia adelante con ternura,
para detrás con pasión,
“pero flotante como la pluma”.
Que tú sientas la sensación,
sólo con tocarte,
sientas que yo,
“te estoy haciendo el amor”.
Al besarte con ternura,
siente mis labios ,
acariciar tu cuerpo,
“beso a beso”.
Un placer delicioso,
que rico es todo eso,
besarte por la espalda,
“recorriéndola con un dedo”.
Excitando tu cuerpo,
sintiendo el erizar de tu piel,
con mis dedos al pasar,
“hasta hacerte estremecerte de placer”.
Deseo estés preparada,
cuando bese tu cuello,
te haga disfrutar,
“del enorme placer al besar”.
Que sientas la lujuria,
con mis labios al besar,
como si fuese la frontera,
“entre la cordura y la locura”.
Cuando tu sientas,
que mis dedos te recorren,
tu cuerpo placentero,
“haciéndole vibrar todo entero”.
Es tan maravilloso sentir,
cuando se contornea de pasión,
que maravilla de sensación,
“sentirte con deseos hacer el amor”.
El instinto nos hace,
saber que nos deseamos,
igual que nos amamos ,
“ansiosamente nos deseamos”.
Tentados por el deseo,
en el fuego de pasión,
nos adentramos en la locura,
“llevados por la lujuria”.
Hasta el punto y en uno,
nos fundimos los dos,
siento como te contorneas,
“cuando beso tus senos”.
Acaricio tu cintura,
Dios mío que ternura,
tus senos están erguidos,
“deseosos de pasión “.
Así disfrutamos juntos
haciendo el amor,
esta bendita locura,
“perdiendo la cordura”.
Fruto de este,
este amor apasionado,
que nos tiene locos,
“apasionados y entusiasmados”.
Atrapados en la inercia,
de la vertiginosa velocidad,
de la lujuria sin fin,
“velocidad siempre acelerada”.
Sumidos y atrapados,
que nos lleva la inercia,
imparable de poseernos,
“de tanto deseo a los dos”.
Miguel de la Mancha
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