martes, 2 de octubre de 2018

LLUVIA


Esta lágrima extensa
que ha colgado la lluvia en el paisaje,
no es ya rezumo del dolor, es riego
lento que abraza la ceniza.

Este pálido gris, este
cuerpo de luz convaleciente,
ha dejado en sus íntimos cedazos
pretéritos granzones de tristeza.

Esta linfa del tiempo
ha devuelto al presente el bienhadado
color de la fertilidad
-que es un tono del agua y de la tierra-,
y ha binado en mis ojos
un reguero de vida, un hondo
cauce de sangre y de esperanza.

Y yo recibo el vaho de esta nube
como un beso de madre, un alba
que contiene la luz y la memoria.

Del libro Poemas huérfanos de Mariano Estrada

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