Me perdí entre la hondura exuberante
de tu cuerpo, cautivo quedé respirando
en mi pecho tu aliento, entre mis manos
retuve la humedad de tu grito, amalgama
perfecta de tus silencios con mis besos,
de tus razones con mis locuras y de tus
deseos con mis ilusiones, amor y deseo
invadiendo y seduciendo.
Extravié la razón en la selva de tus delicias,
soy preso de la fiereza de tus labios
amenazantes, agazapado permanecí
bajo la sombra de tus encantos, deseoso
de caer en la trampa desnuda de tu silueta
candente y devorado en los dientes
de tu sensualidad ardiente.
Desaparecí en el remolino de tu ombligo,
escondite con puerta abierta de mi suspiro,
océano de piel con oleaje excitado,
turbulencia sin brújula con rumbo
definido, al horizonte imaginado
donde nace el sol de mi delirio
y amanece el placentero beso
de mis sueños perdidos.
Luis Emilio Tigüilá Robles -Guatemala-
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