Dios es mi fuerza, mi orgullo
el material de mi dureza,
el equilibrio de mi existencia,
a Él doy gracias por todo lo obtenido
por lo que ha de venir
y porque jamás el abandono
cubrirá los campos de mi vida,
siempre habrá un soporte para mi espíritu
una mano generosa que in situ
lavará mis heridas.
Del libro La incierta superficie de FRANCISCO MUÑOZ SOLER
DE FACEBOOK - 6187 - UN POCO MÁS ARRIBA DE LA PICOTA
Hace 10 horas
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