Le dije a una señora
¿Me permite señora
robarle una mirada?...
Sombría ella me dijo:
"no me roba usted nada".
Me solté las amarras
del miedo a su reproche;
con palabras bizarras
le dije aquella noche:
Con solo un beso suyo,
sería muy feliz…
ella me dijo al paso:
"si es que le doy un beso,
va querer de mi todo;
y cuando tenga todo
ya no será feliz"...
"La pasión se desgaja,
fácilmente en pedazos,
de la frágil palmera
del placer ya cumplido…"
Desde esa misma noche
un comando de ideas
me acorrala en la alcoba
y convierte mi mente
en campo de batalla.
En una encrucijada
entre el placer y el miedo
de embarazar su vida
de anhelos y temores,
la dejé para siempre
con su tibio marido.
MIGUEL ÁNGEL ANGULO BADILLO
DE FACEBOOK - 6187 - UN POCO MÁS ARRIBA DE LA PICOTA
Hace 9 horas
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