jueves, 30 de junio de 2011

TEATRO


Nuestra incansable indocente Mon estrena obra de teatro en Vejer.

POEMA

Rescato para Azahar este poema publicado por Misioletras en su boletín 116.

Adolfo Vaccaro

¿ME LO PUEDE RESPONDER?

Si el pez no precisa
de cuidados
y el ganado necesita
de inversiones
¿Qué vale más
el bife o el lenguado?

Si la mitad de diez
hoy es noventa
y el peso de todo
sólo cincuenta
¿Cuál plato de la mitad
es el que resta?

Si tener se hizo
del que ya no tiene
y el mandatario
estafa a su mandante
¿Qué juez administra
la sentencia?

Si en dos torres faltantes
se apoya el mundo
y la muerte promete
otra existencia
¿Qué verdad se esconde
en cada torre?

Si monarca y siervo
padecen su agonía
de igual enfermedad
y al mismo tiempo
¿Qué distinción ofrece
la parca al moribundo?

Si la vida rica provoca
que la vida pobre
arrase a la pobre vida
para mantenerse viva,
¿por qué ambas no van
por la vida rica?

CUENTO

CATACLISMO

Dicen que es química, otros que atracción y los más románticos que es amor a primera vista... pero en realidad es cataclismo, fuego abrasador, fuerza gravitacional. Aquella noche mientras todos charlaban en esa reunión - a la que llegué por designios del hado - me impactó tu presencia, vestido de negro y de imán, y mucho más tus palabras de hombre inteligente, sin rasgo de presunción ni orgullo. Me subyugaste y quedé suspendida en los hilos de plata de tus cabellos. . . . Anoche te acercaste a mí, como otras noches, con tu calidez y tu ternura envolvente. . . . Anoche, cerca a ti se agotan las palabras . . . Anoche cabalgaste en mi sueño sin descanso.

YOLANDA ÁLVAREZ MARTÍNEZ

POEMA

ALMA DE PIEDRA

Para cuando ya no estés
voy construyendo un alma de piedra,
un despertar de penumbra,
cobijando mi miedo en el olvido.
Para cuando ya no estés
voy amasando una incógnita en silencio,
despejando mi angustia con tu calma,
adivinando un vacío en la mañana.
Y cuando ya no te sienta
habré inventado el sosiego
para mi espíritu inquieto.
Buscaré tu regazo entre las rocas
y empezaré a soñarte
en el mundo en el que ya no te encuentres.

Xinia Marie Estrada

POEMA

ALGUNA VEZ

Alguna vez creímos
en las estrellas jóvenes
y en los planetas niños,
y creímos, sin más, porque creímos,
en los árboles locos,
en los peces dormidos
y en el vuelo irisado
de las siempre elegantes mariposas.
Creímos, sí, creímos en los lagos
y, al creer en los lagos,
creímos en los cisnes.
En las flores creímos,
creímos en las nubes,
en el agua creímos,
en los rayos del sol
y en el canto creímos
de los embelesados ruiseñores.
Alguna vez creímos
en la mar y en los barcos,
en los días y en las noches.
Creímos alguna vez, porque creímos,
que la vida era nuestra,
aunque pronto supimos
todo cuanto creemos hoy saber,
si es que sabemos algo, de esta vida
que, porque sí y sin más,
diariamente morimos.

JUAN CERVERA SANCHIS

miércoles, 29 de junio de 2011

JUBILACIÓN





La última y la primera promoción. Entre las dos 30 años de docencia en el Campo de Conil.

DESPEDIDA

Después de treinta años
de tener la tienda abierta
esparciendo mis exiguos conocimientos
entre niñas y niños del campo
conileño llega el momento
de echar el cierre y buscar
otros lugares donde seguir sembrando.

No es fácil cerrar la puerta
así de repente sin sentir
que algo se desgarra dentro.
No es fácil empezar una nueva
aventura alejada de las risas
y la inocencia de quienes
se inician en la travesía
del primer aprendizaje.

Pero quedan los recuerdos,
que fueron muchos y buenos,
que nunca desaparecen
porque están grabados
a fuego en mi mente
y en mi viejo corazón.

Ellos me acompañarán siempre,
hasta el día que mis ojos
se cierran y se pierdan
en el tiempo infinito.

ME HICISTEIS LLORAR

Me hiciste llorar, Mª Carmen,
me hiciste llorar,
tú, aquella niña morena,
a la que enseñé a principios de los 80.
Convertiste la noche del 22 de junio,
en una noche mágica e inolvidable,
de las que se graban a fuego en el corazón.

Veros a todos allí, a aquellos niño
y niñas de los 80, rodeándome,
me emocionó haciendo
brotar de mis ojos
un manantial de lágrimas
alegres y luminosas.

Me hicisteis llorar, Mª Carmen,
me hicisteis llorar,
al cantarme aquella canción
que yo os mal cantaba
en las horas finales de clase
cuando vosotros y yo
estábamos cansados
del trabajo diario.

Me hicisteis llorar, Mª Carmen,
me hicisteis llorar,
las mujeres y los hombres del 2011,
aquéllos que el azar quiso
que yo les enseñara
en una sencilla escuela rural
allá por los años 80.

Gracias, Mª Carmen, a ti y a todos
los que hicieron del 22 de junio
una noche donde el recuerdo
se apoderó del espacio y del tiempo
llenándolo todo de magia y belleza.

JOSÉ LUIS RUBIO

POEMAS

Rescato para Azahar estos poemas publicado por Misioletras en su boletín 116.

Clara Rebotaro

MUNDO TRANSFIGURADO

El antepasado
el ausente
el difunto
ha contemplado
el verdor de los jardines
donde comienza la niebla...

Más acá...
Cerca de mí
frondas arrebatadas
de un árbol mágico
conspiran
con mi sangre
y me apremian...
...................................................
Mi corazón late en otro sueño.

DESCALZA

En la pradera
recién amanecida
bebíamos del mismo río
amorosamente
aceptando el obsequio
de un nuevo día…
Mirándome fijamente
dijiste:
“El vacío se llenará…”
“Ciertas cosas no se pueden saber…”
“Deberás elegir bien
tanto a los amigos
como a los amantes…”
……………………………………
El rescoldo de mi fuego
humea lentamente
y no salgo del tiempo
en que he vivido
tu vida
más que la mía.

PROSCRIPCIÓN

Ansío un reencuentro
con lo perdido...
Acaso una relación de amor
no nacida...
Más mi proscripta imaginación
no reconoce al bosque
ni al océano de mieses
ni a la colina verde
ni a la mansa superficie
del charco lodoso...
Como un alga
sin raíces
sin tronco
sin hojas
sin flores
llego al mar
y me adentro a buscar
esa relación de amor...
................................................
Hasta que me es imposible regresar.

POEMA

ENIGMA

Amo a un enigma
No se de su vida
Ni de sus noches
Ni de sus madrugadas

Desconozco sus aventuras
No se en cuántas bocas
se posa su boca
Ni con quien mira la luna

Desconozco sus motivos
No adivino
Cuantos cuerpos lo acechan
Ni cuantas voces lo reclaman

No se con quién se desdobla
Ni en cuántos oidos susurra
Ignoro que ojos lo desnudan
y qué manos lo acarician

No se qué palabras le musitan
Ni que ternura le prodigan
Enigma que me recorre
que lacera
que transgrede

YOLANDA ÁLVAREZ MARTÍNEZ

POEMA



Xinia M. Estrada. Narradora y poeta costarricense nacida en la provincia de San José.
Estudió la carrera de Historia en la Universidad Nacional de Heredia, Costa Rica y en la Universidad de Nevada en Las Vegas . Irrumpió en el panorama cultural costarricense a raíz de su vinculación con la problemática feminista y su deseo de difundirla por cauces literarios; sin embargo, hoy su poesía y sus cuentos presentan un caleidoscopio de imágenes y ritmos internos que trascienden las barreras de los géneros.
Su primer relato “ Retrato de una mujer perdida” fue galardonado con el primer premio en el Concurso CEFEMINA en 1989. Posteriormente obtuvo sendos premios en las modalidades de cuento y poesía en el Certamen Convocado por el Ayuntamiento de Guadalajara, México, para las ciudades hermanas.
En 1992 fue galardonada con el prestigioso Premio de Poesía que otorga la Revista Nacional de Cultura en Costa Rica por sus poemas “Alma de Piedra” y “Mi Calle”.
Los trabajos de Xinia M. Estrada han aparecido en importantes Antologías y Revistas Literarias en América Latina y España. En Costa Rica, su poesía y sus relatos han sido publicados en la Revista Imágenes, de la Universidad Nacional; en la Revista Nacional de Cultura, de la Universidad Estatal a Distancia; la Antología de Narradoras de Costa Rica; la Antología Cuento y Poesía. Asimismo en la revista Mujer/Fempress, editada en Chile; en la Antología Penumbra y Amanecer del Centro de Estudios Poéticos de Madrid y en la Enciclopedia Electrónica “Enciclonet.com”. Sin embargo, la mayor parte de su obra permanece inédita. Ha publicado dos libros, el poemario Pluma en Silencio (2003), y Retrato de una mujer perdida (2007), una colección de cuentos cortos que giran alrededor de mujeres perdidas en su propio entorno, donde cada una de ellas reivindica su condición y se reencuentra en la esperanza y la pasión de cada página en que la autora nos entrega su alma en prosa. Dos nuevas obras verán la luz en el 2011: Pies desnudos, su primera novela y otro libro de poemas titulado Dormir con aguacero, ambas programadas para su publicación en Estados Unidos.


PARA QUE EL AMOR NO MUERA

Voy empacar tus sueños,
los recuerdos, tu poesía,
para no olvidarte.
...Para que mi amor no muera,
empujaré en mi valija tus camisas,
tu colonia, el sexo atormentado,
las noches blancas, tus canciones,
los atardeceres de invierno
acurrucada en tus brazos.
Para que tu amor se quede
esconderé los llantos,
mis tristezas,
las madrugadas de insomnio,
la incertidumbre, el canto ahogado.
Voy a buscar mil lunas
y a remover tus huellas,
a reinventar tu lucha, mi ambición.
el calor de tus brazos.
Y que siempre regreses
y que el amor no muera.

Xinia Marie Estrada

martes, 28 de junio de 2011

POEMA

Rescato para Azahar este poema publicado en Misioletras en su boletín 116.

Américo Gollo Chávez

Me gusta la palabra
Mi mayor placer extenderlas sobre la arena, jugar con ellas Burlarme de la razón
Y
Si fortuna llega
Cubrir la desnudez de una mujer con ellas
Y
Juntos
La palabra ella y yo
Alcanzar concupiscentes de avaricias vírgenes
Perfectas de las Galaxias
habitantes de la fantasía.

POEMAS

SI

Si nada jamás retorna,
si todo es inexplicable,
si cada instante se muere,
si se nace a cada instante,
si es la vida una cadena
de adioses interminables,
si tú eres yo y yo soy tú
y tú y yo no somos nadie,
dime, amor, ¿de qué se trata
este espejismo insondable?

NO SÉ SI TÚ

No sé sí tú,
yo sí
platico
con el sol,
porque el sol habla;
habla y piensa
y me cuenta
sus penas y alegrías;
porque el sol
llora y ríe
como tú
y como yo,
pues el sol,
como yo
y como tú,
amor, amor, amor,
sabe que ha de morir
y que apenas será,
apenas apenitas,
ceniza,
gris olvido.

No sé si tú,
yo sí.
Yo sí,
yo sí comparto
con el sol
el misterio,
este hiriente misterio,
este doliente misterio
de estar vivos.

JUAN CERVERA SANCHIS

CUENTO

UN AMORE LETTERA
“quanto facile sarebbe vivo se mi dimentico la tua pelle”

Basta tu abrazo para que yo encuentre la medida de la ternura, de la paz, basta escucharte y acariciar tus ojos con los míos para romper la devastastadora cotidianidad y llenar mi día de luz, basta ver tus manos y las ondas de tu cabello para soñar que podemos deambular abrazados por las esquinas, comer helados y fantasear que es posible, basta sentir un instante tus labios para encontrar oxígeno y locura.
Tengo el sabor de tus labios tatuado en el subsuelo del deseo. Tu magnífica figura, tu mirada lasciva, penetrante y soñadora. Mis manos te descubren, mi boca te palpa poro a poro y hacen inventario lujurioso de tí. Despierto y sólo eres un sueño. Necesito tu aliento, tu voz que me incita, que me perturba, tus ojos mezcla de inocencia y perversión. Necesito un conjuro que me libere de esta dulce tortura. Te abriste paso por entre el latido de mis entrañas y te alojaste en mí. Me faltas.

YOLANDA ÁLVAREZ MARTÍNEZ

lunes, 27 de junio de 2011

POEMAS

VERSOS FLORALES

1.-
Entre la rosa feliz
y la rosa desgraciada,
el loco amor del jazmín.

2.-
El clavel atormentado
y la dalia malherida
daban que pensar al nardo.

3.-
Sin ser jardinero yo,
quién sabe por qué ni como,
entré al jardín del amor.

4.-
Son mis maestras las flores
y en sus aulas yo aprendí
bellas y sabias lecciones.

5.-
Que sin ser yo jardinero
hallé en la jardinería
el mayor de los consuelos.

6.-
Que fui acariciado yo
por los más tiernos aromas
y la esencia del color.

7.-
Las flores no serían flores
sin el agua y sin el sol
que las visten de colores.

8.-
Mi fe en la jardinería
es día con día más alta
y más honda cada día.

9.-
En el jardín de mi amor
tú eres la flor de las flores,
pues no hay más flor que tu flor.

Y 10.-
Flor de mi vida y mis sueños,
que venga Dios y lo vea,
que vea Dios como te quiero.

CANTO A RODRIGO ARENAS BETANCOURT

Desesperado amante de la vida
este hombre se muere mientras deja su huella
en el polvo del tiempo y juega con el barro y con el bronce
y se vuelca en la tinta y los colores
descorchando emociones embriagantes
con las arterias rotas de humanidad en vilo.

Este hombre que al arte y al sexo de la luz
lo ha consagrado todo con creadora pasión,
trae el dolor del mundo en la mirada
y, en sus manos de antiguo campesino,
mil doradas mazorcas y una sed insaciable
que lo mantiene en pie y enamoradamente caminando
por el filo infinito de sus propios abismos
coronado de semen y matrices genésicas.

Abismal, y a la vez luminosa criatura,
este hombre esculpe sueños con ojos prometéicos,
heridas guacamayas, cristos de cera triste
y sombras de lanceros que, un Bolívar desnudo,
imponente y brioso, transmuta en dimensiones de nerviosos luceros.

¡Oh, este hombre rotundo que revibra en sus cárceles
y en las anatomías múltiples de sus fueros internos
arrojando cartílagos y venas al futuro,
al tiempo que se expande en contenidas llamas
cual la flor imperiosa de un caballo salvaje
trotando y a galope como un río de hermosura
desatado en tormentas por las tetas nutricias
de una joven mujer preñada hasta los ojos de mil voces corales.

Hombre de fantasías como lechos nupciales
y realidades ásperas como un banco de espermas.
Hombre en verdad mirífico y, en su cuerpo, finito
como el pan sudoroso y amargo de los pobres.
Inexplicable hombre este Rodrigo Arenas Betancourt,
que se explica en sus piedras amantísimas:
en la pizarra negra del sol cruel que nos hizo
y en el basalto verde que a ratos nos consuela y nos alienta
al darnos por entero al orgasmo del ónix opalino.
Locura de este hombre, de este artista traslúcido
del acero y del bronce, que es todo viento y fábula.

¿De dónde, oh, Dios, decidme, de dónde extrae este hombre,
único y asombroso, las vastedades cósmicas
que hacen de su vida y de su arte tal cúmulo de pasmos?

Si alguien se lo encontrara en el camino,
sin sospechar sus signos ni conocer sus partos
y las sumas creaciones de su genio, probablemente, lo confundiría
con un fútil y oscuro peregrino y, acaso, compadecido de él
le ofrecería una dádiva como a cualquier mendigo.
Y es que Rodrigo Arenas Betancourt, visto únicamente
con los limitadísimos ojos de nuestra cara,
pasaría sin más por un Don Nadie, por un indio paupérrimo
con unas cuantas gotas –quizás- de sangre blanca corriendo por sus venas
y transformada en barba jaspeada de ensueños
y dolientes carencias jamás nunca saciadas.
No es fácil sospechar, a ojos vistas, al hombre,
mucho menos al genio.
¡Oh, Arenas Betancourt! ¡Oh, Rodrigo!: Mío Cid siempre ganando
batallas a la vida con la pasión del arte entre las manos.
¡Oh, artista y hombre ingente con húmedas raíces vegetales
y alma de surco ubérrimo florecida de múltiples cosechas!

Artista. Espejo. Mundo. Hombre. Pluma. Universo.
Trinitario volcán. Himno testicular. Místico en vuelo.

¡Oh, gran Rodrigo Arenas Betancour!, padre infín de las formas.
Síntesis del poder misterioso del mar que, tierra adentro,
se levanta en montañas y se extiende en llanuras
y se aquieta de súbito en la fuente de un beso, como un niño.
Línea honda en la mano abierta a la esperanza,
entre charcos de sangre de su amada Colombia.
Fuerza inconmensurable y en estado de gracia
y en continua creación y acción incontenibles.

¡Oh, Arenas Betancourt! ¡Oh, Rodrigo terrestre y solar!
Siempre humano Rodrigo, humanísimo siempre
y siempre amigo y hombre y cabal hasta el cielo,
y apasionado siempre por la vida y el arte y las ideas más nobles.
Rodrigo, que los dioses, te sigan dando fuerza para domar la piedra,
el acero y el bronce, la caoba y el mármol,
el yeso y el concreto, el cemento, la tinta, el poliéster;
la pizarra y el ónix, en donde vivarás ya para siempre
contra la inevitable muerte que habrá de dispersar
tus carnes y tus huesos en la paz de la Tierra,
nuestra madre, como si fueran santas
y anónimas semillas de maíz y frijol.
¡Oh Rodrigo Arenas Betancourt!,
sumo escultor de América y viejo y admirable amigo mío.

JUAN CERVERA SANCHIS México D. F.

POEMA

Rescato para Azahar este poema publicado en Misioletras en su boletín 116.

Antonio Garcia Vargas, España

CABARET VOLTAIRE
(del libro inédito "Estudio pictórico en la intimidad de tu cuerpo)
Tertulia de artistas fundada por Hugo Ball e inaugurada en 1916 en el
Café
Meirei de Zurich. Allí se originó el movimiento Dada.

El hombre en ciernes es el primer verso de un poema por escribir;
siempre habrá en su primera risa una estrofa que comienza.

¿Debemos morir atravesados por la urgencia
para sentirnos vivos, ópticos, eléctricos?.

¿Tal vez por ello el Decálogo,
el Levítico y el Deuteronomio
evitan hablar de la espiritualidad
e inmortalidad del alma?.

Quizás el placer sea encender-apagar antes de ser filtrados.

¡Ah, pobres licántropos escalando
llas pirámides desoladas de Nueva York!

Quiero escuchar el rumor del mundo,
desnudo, conmigo, dibujando mi animalidad.

¿El tulipán y su vegetación
son dos seres que forman un conjunto?

¿Tendré que rechazar tu espejo para no ver mi desmesura?

La textura del sonido, su densidad y porosidad
¿son simples irregularidades?.

Debo cultivar el melancólico arte de oscurecerme,
aprender a velarme, filtrarme, diluirme,
para morir del todo, no por partes,
disuelto en la nada de mi yo despótico.

POEMA

VIAJE A TI

Soy terrena
Y el planeta es mi cómplice
Confabula con mis ojos
Que se desplazan
Embriagados de amor
Buscándote
En la geografía
De tu alma y de tu piel
En una promesa
Que se rompe en el vacío
Divagan, navegan, transitan,
Se mimetizan con la tierra
Con la hierba, excavan,
Se cuelan por las rendijas
De tus entrañas
Te descubren
Te cubren de rocío
Te hieren con su pena
Te abrigan de lascivia
Ojos terrenos
Que te subliman
Que te redimen
Que te llaman
Desbordantes de amor
Ojos que también
Saben alejarse

YOLANDA ÁLVAREZ MARTÍNEZ.

domingo, 26 de junio de 2011

POEMA

FLORILEGIO DE EMBRUJO

Escribi un verso parecido a ti....
Con un deseo vehemente hacerte mi unicamente.
En un impuso irreverente, llegar a ti de repente.
No pensar en nadie mas,tenerte a ti exclusivamente.

Escribi un verso con letra de mujer...fue fecundo y tierno como el milagro de nacer.
Esta escrito en tu cuerpo, en tus curvas y tu sexo.
Su rima despierta el deseo y un fuerte anhelo de olvidarlo todo para empezar de nuevo.

Escribi un verso con manos de mujer....
Esas manos me acarician por doquier!...limando las asperezas de mi piel.
Manos que crean...siembran y cosechan, pero tambien esperan.
Son la flor de cada primavera...el amor que se esconde en cada rincon o debajo de una piedra.
Son el poema!...
Rima!....
Los celos que conlleva la ira!.

Escribi un verso en los petalos de un girasol...al aspirar su aroma quizas sabras del autor.
Ni todas las primaveras juntas alcanza para agradecerles tan encomiable labor...de haber perfeccionado el arte de parir, si por cesaria llegaron ellas a
existir.
A Dios gracias nuestra soledad es un viajero que guarda el equipaje en sus roperos.
Las manos y la poesia se apoderan del lenguaje, con el cual las mujeres aspiran que los hombres las alaguen
Con amor parimos especialmente para ellas ...Los mejores poemas!.

Felicidades a todas y cada una de las DAMAS...en especial aquellas que no se reservan el derecho de nacer

josé Agustín pacanchique.

POEMA

DÉCIMA TORERA

PORQUE TENGO QUE MORIR
TOMO MI PLUMA Y ESCRIBO
PARA PARECER QUE VIVO,
PORQUE SIN DUDA ESCRIBIR
ES OFICIO DE VIVIR
Y, COMO TORERO Y TORO,
EL ARTE Y EL MIEDO EXPLORO
EN LA LIDIA DE LA VIDA
RESPIRANDO POR LA HERIDA
Y MURIENDO PORO A PORO.

JUAN CERVERA SANCHIS

POEMA

Rescato para Azahar este poema publicado en Misioletras en 2005 en su boletín 116.


De mí, una guitarra, por Manuel Alcántara

Cuando yo me haya ido
-qué triste que me vaya-
de esta madera mía
que me hagan una guitarra.

Cuando termine la muerte,
si dicen: "¡A levantarse!",
a mí que no me despierten.

Que por mucho que lo piense,
yo no sé lo que me espera
cuando termine la muerte.

Que yo me conformo siempre,
y una vez acostumbrado
a mí que no me despierten.

Para encontrarme conmigo
vuelvo a salir a la calle,
calle del tiempo perdido.

Para encontrarme contigo
estoy buscando en el suelo
las huellas de su sonido.

Para encontrarme con nadie
me pongo a mirar arriba,
¡Auxilio, que Dios me ampare!

Mis cuentas no están cabales:
me falta una golondrina
y me sobran tres cristales.

Mira qué cosa tan rara:
pasé la noche contigo
estando solo en mi cama.

En este día cualquiera
párate a ver cómo canta,
antes que me vaya fuera,

mi corazón en tu mano
y tu boca en mi garganta
por la mañana temprano.

Ponte a vivir como loco:
ama, ríe, bebe, olvida.
Puesto a vivir todo es poco
por más que dure la vida.

El mar no puede morir,
se quedará navegando
aunque no haya nadie aquí.

Si otros no buscan a Dios
yo no tengo más remedio:
me debe una explicación.

No digo que sí o que no.
Digo que si Dios existe
no tiene perdón de Dios.

No digo que no o que sí.
Digo que me gustaría
que Él también creyera en mí.

Yo no le guardo rencor.
Si le encuentro alguna vez
nos perdonamos los dos.

Mi pobre tierra no puede
darme lo que estoy buscando.
Nadie da lo que no tiene.

Yo no culpo a Andalucía,
sé muy bien que a su esperanza
le pasó lo que a la mía.

Averigua quién te dio
esas ganas de morirte.
Ha tenido que ser Dios.

Ha tenido que ser Dios
un día que estaba triste.
No tiene otra explicación.

POEMA

Verano Brisas
Del libro
LEÓN HAMBRIENTO EL MAR
XVI Premio Nacional de Poesía por Concurso
Universidad de Antioquia
2004

LAS PIRÁMIDES

Soñar con las pirámides ocres y rígidas
que yerguen su vetusta anatomía
en medio de las selvas tropicales
o en los áridos desiertos faraónicos,
es cosa non sancta para un marino confeso
cuya vida está ligada a las espumas del mar.

No obstante recortan en la noche
con su cuchillo de roca
las eternas y abstrusas interrogaciones,
ellas, las que cambian por sueños ancestrales
mis mares y querellas interiores,
ocultos bajo montañas dormidas.

Silenciosos testimonios mordidos por la piedra,
desafiantes e inmensos
frente a los estragos del tiempo y de los hombres.

Como telón de fondo el cielo purísimo
quebrado por infinitas estrellas que provocan
oníricas estupefacciones y preguntas graves,
humanas, sobrehumanas, inhumanas,
pero nimbadas siempre de inexplicable leyenda.

Enigmáticos templos mesoamericanos
entre un mar de colinas y tupida vegetación
donde gentes de las tierras calientes
y extranjeros llegados del altiplano
adoraron a sus dioses.

Culturas aprisionadas por la manigua virgen
de sofocante humedad, que plantean aún
sus propuestas audaces sobre el paisaje hostil,
allí, contra las columnatas
donde soldados de Cortés decapitaron el mundo
blandiendo sus espadones sobre innúmeras cabezas,
firmes y esbeltas como campos de maíz.

Pirámide o zigurat, ¿qué importa eso?
Son esplendores perdidos
de la imponente metrópoli de Teotihuacan,
ya medio desplomados
como aquéllos del sacro Egipto y la obscena Babilonia,
donde durmieran tranquilos el buey Apis y Marduc.

Desde sus cimas, igual que pedestales benévolos,
permitieron a los dioses descender hasta sus fieles
para colmarlos, como siempre,
con exiguos dones y desmedidas desgracias;
panteones rebosantes de divinidades que exigían
un culto particular en cada una de las ciudades,
desde la antigua Sumer
hasta el incaico Machu Picchu,
oficiado en secreto por magos y pitonisas
miembros del abominable colegio de las idolatrías.

De corazón me fasciné con sus inmensas moles
como Almamún, califa de Bagdad,
que halló la estatua dorada recubierta de diamantes
más hermosa que los cuentos de Las mil y una noches.

He visto en sueños la masa indestructible
poseída de poderes y atributos sobrenaturales
sirviendo de sepulcro a los herederos del Sol,
pues sus cámaras mortuorias, por siglos y milenios,
han guardado intacto el cuerpo de los reyes
bajo sarcófagos tallados en las lejanas canteras.
¡Qué bellas y resecas momias he soñado!
Casi todas con narigueras o máscaras de oro,
gruesos collares, literas de gala, suntuoso mobiliario,
armas y abundantes provisiones dentro de sus tumbas,
sin faltar, ad hoc, las plañideras
que tornan más doliente el servicio funerario.

He visto eso y mucho más:
Cubiertas por enormes losas,
bellas embarcaciones que lucen casco de teca
sobre la superficie de lagos subterráneos;
en cubierta, los mudos comensales de la realeza
disfrutando con el muerto los últimos manjares.

Qué lejos y cerca estoy del barco solar
con mis sueños difuminados
por el viaje piadoso de una imaginación tardía.

Despierto me defiende del caos
y la locura brillante del poema,
las torres ziguráticas en la llanura imberbe,
la selva tórrida de América,
el inasible mar de China
o el quemante desierto donde duermen
su siesta endemoniada las pirámides.

CUENTO



YOLANDA ALVAREZ MARTÍNEZ

Aprendiz de escritora, amante de la Literatura y de la vida, ciudadana del mundo.
Profesora Universitaria
Máster en Psicopedagogía Clínica Universidad de León España
Especialista en Docencia Universitaria Universidad de la Habana Cuba
Especialista en Docencia de la Literatura Universidad del Quindío Colombia
Licenciada en Educación Universidad del Tolima Colombia

Cabalga en mis sueños

El hombre que habita en mis fantasías entró nuevamente al territorio de mi inconsciente, sabiéndose el protagonista de mis sueños y viajó en su navío a través de mi mente y se situó allí en ese lugar donde duele el deseo y la ausencia. Ese hombre ha navegado ya en mí cuando en las noches invoco sus besos mordelones, y sus ojos que desnudan mi alma. Ese hombre se quedó en mi recuerdo y en mi sangre. Ese hombre me ha concedido el placer de sus palabras con frases melodiosas donde habla de secretos compartidos que nuestros cuerpos no callan. Ese hombre, en donde esté, sabe que soy real y que repaso segundo a segundo el curso travieso de sus sentidos, que anhelo su compañía, chubasco y diluvio, brisa suave y vendaval. El hombre que anida en mis quimeras sabe también que estoy hecha para su placer y que me refugio en estas letras para anunciarle que lo llevo en el alma y en la piel.

YOLANDA ÁLVAREZ MARTÍNEZ

sábado, 25 de junio de 2011

POEMA

La Mar y el “pescao”: Julita.

Luego. Me iré yo solo a comer
a un pequeño restaurante, que yo sé:
Y que está pegado al mar,
allí, me sentaré frente a una mesa,
de madera sin pintar.

Y, esperaré tranquilamente al camarero
llegar, viendo las olas dulcemente
chocar con las rocas,
que son parte de la mar.

Mientras, descansaré mis pies,
sobre unas redes de pescar,
redes aún por remendar:
y, junto a un amasijo
de cuerdas viejas, que
con ellas nudos marineros harán.

Y, puede que también vea
a algún pescador meditar
mientras pacientemente espera,
aguantando la caña sin rechistar:.

En ver de convertir peces
en pescados, y así
podérselos a su casa llevar,
para a la noche cenar.

Me asomaré a la cocina
a ver, ese lugar singular,
y puede, que entre sartenes y cazuelas
vea a la cocinera cocinar.

Cocinera intuitiva y sagaz que
sin partituras ni recetas,
cocina de forma magistral,
y se guía sólo por su paladar:
Cocinando con la sabiduría que
de su abuela Patro aprendió,
mientras las dos olían a pescado
por limpiar y a salitre de la Mar.

Y allí, en ese sencillo lugar,
lugar, tan difícil de encontrar
y en el que todo el mundo
sueña en un día hallar…

…Entre barcas y barqueros
me comeré cuatro gambas
y, un plato de arroz marinero,
arroz hecho en un viejo
y abollado caldero,
de aluminio revenido sin brillo.

Y para terminar me comeré,
un “pescao torrao”,
“pescao”, de los que tienen
un nombre que sólo
los marineros saben, “pescao”
que comen por no tirar.

Y, entre bocado y bocado
uno trago de fresca cerveza que
a mi paladar alegría le dará.

Cuando ya haya comido,
me repantigaré en mi silla,
de madera pintada al barniz,
en color azulón pueril, y vulgar.

Y mientras doy “dos cabezadas”,
con mis pesados ojos veré
las barcas llegar con
sus marineros regresar; barcas
que de madrugada salieron a pescar.

Con sus marineros agotados de faenar
limpiar y clasificar, el pescado del
que luego tú, mañana comerás:
Y, que yo, ya comí
del que pescaron ayer
y, que por eso allí fui.

JULIO GUZMÁN SANCHIS

POEMA

Verano Brisas
Del libro
LEÓN HAMBRIENTO EL MAR
XVI Premio Nacional de Poesía por Concurso
Universidad de Antioquia
2004

MINÚSCULA SAGA EN EL SUEÑO
DE UN MARINO ALUCINADO


Partí con mi tripulación hace milenios
por insondados mares,
en busca de países fabulosos.
Surcamos aguas del Norte y del Sur
hacia el Levante. Las de Occidente
vieron cruzar nuestras veloces naves
como gaviotas rasantes en la espuma,
desde el grandioso Amazonas
hasta las costas de Arabia,
desde China hasta Norteamérica,
desde la hermosa Noruega hasta Vinlandia.
Partiendo de Dinamarca llegamos hasta México.

En la potente flota del faraón Necao II
circunnavegamos toda el África,
saliendo de Guéber por el Mar Rojo
y terminando en Sidón sobre el Mediterráneo.
En compañía del gran cartaginés Hannón
iniciamos un periplo que llegó
hasta la isla de Fernando Poo.
¿Por dónde no navegaríamos?

Encontramos culturas primitivas
y otras muy avanzadas.
En Yucatán y Perú
crecían sociedades más complejas
cuyas tecnologías anunciaban
refinadas evoluciones preincaicas.

La leyenda de Quetzalcóatl,
como ente civilizador,
ofreciendo mariposas a los dioses,
fue fruto de nuestras enseñanzas.

Noche negra para el espíritu de Quetzalcóatl
fue compartir por embriaguez
el lecho con su propia hermana.
Ningún espejo se mostró tan cruel
con los pecados incestuosos de la realeza.

Llegamos en tiempos muy remotos,
con los celtas, los fenicios, los judíos,
incluso con los nipones,
los egipcios y los chinos,
hasta las óptimas tierras de América del Sur.

Vestigios de caracteres rúnicos
en la imagen de un personaje legendario,
grabados sobre las rocas, al este de Paraguay,
aseguran nuestra dispersión vikinga,
cuando con velas desplegadas
quisimos navegar hacia Islandia.

Una tormenta de días y de noches
desvió nuestro rumbo
hasta las costas donde empieza
la impenetrable selva sofocante.

Itinerarios comprobados e hipotéticos
son el resultado de nuestras muchas hazañas.
Recuerdo ahora cómo mis hombres gozaban
con las inscripciones, serpientes y discos solares
descubiertos en el fondo de las cuevas.

En el lejano reino de los Incas,
entre las altas montañas,
dejamos también nuestra leyenda:
Algunas balsas de junco,
restos de barba y mechones de cabello
junto a las rudas pieles con que nos cubríamos.

Por el estrecho de Bering regresamos a Siberia
aprovechando el ciclo de las glaciaciones.
Cazábamos y pescábamos a través de las estepas
con nativos que se aventuraban en busca de sus piezas.

Ese inmenso puente de hielo, uniendo los dos mundos
desde hace más de 40.000 años,
mantiene el paso firme para los exploradores
que requieren la existencia de caminos regulares.

Al principio navegábamos sin brújula
guiados apenas por las brillantes estrellas,
procedimiento adecuado para el cabotaje
pero no para meterse en el océano
y cruzar miles de kilómetros ausentes de la tierra.

Realizábamos portulanos muy exactos
partiendo de documentos más antiguos
procedentes de la gran biblioteca de Alejandría
y de nuestra propia experiencia y conocimiento.

Diodoro de Sicilia nos aseguró
que había una isla montañosa, vasta y fértil,
surcada por ríos navegables,
más allá de los mares africanos,
después de traspasar las Columnas de Hércules.

Allí dejamos la siguiente inscripción:
Somos cananeos de Sidón
originarios de la ciudad del Rey Mercader.
Vinimos a parar a esta isla lejana y montañosa.
Sacrificamos a los dioses un adolescente
en el año 19 de nuestro poderoso rey Hiram.
Zarpamos de Esyón-Guéber, en el Mar Rojo,
y hemos navegado en diez naves
permaneciendo sobre el agua durante dos años
en ruta alrededor de África.
Pero la mano de Baal nos separó
y así llegamos doce hombres y tres mujeres
hasta la “Isla de Hierro”.
¿Acaso a mí como jefe de la tripulación
me es posible desertar? ¡De ningún modo!
¡Que los dioses nos asistan!

Como budistas partimos a Fusang,
paraíso situado en otra orilla del océano Oriental.
Nuestro pequeño junco,
llevado hasta California por las rápidas corrientes,
terminó su larga travesía por el Pacífico Norte
no exento de fuertes tempestades.

Hallamos un pueblo trabajador que no tenía ciudades
y detestaba la guerra.
Encontramos también el árbol de Fusang
con sus brotes comestibles más sabrosos que el bambú.
Con su corteza confeccionamos telas
que luego utilizamos para un nuevo velamen,
construimos viviendas y fabricamos papel.

Al regresar a China
llevamos como presente al emperador Han
300 libras de seda,
producto de aquel maravilloso árbol.
Futuras investigaciones probarán
la expansión marítima del Asia.

Empujados por tempestades o vientos calurosos
proseguimos nuestras aventuras
por los secretos pasadizos del mundo.

En los años de Eric el Rojo y de su hijo Leif
hicimos recorridos de innumerables kilómetros,
con el fin de alcanzar unos islotes
de cuya existencia teníamos noticia.

Arribamos a países de verdes praderas
y pendientes cubiertas de tupidos bosques,
donde focas y morsas retozaban en los fiordos.

Eric regresó a Islandia, pero mi tripulación y yo
decidimos quedarnos algún tiempo,
estimulados por aquella tierra hermosa
que mi segundo de a bordo denominó Groenlandia.

Hacíamos excursiones navegando a la deriva
acosados por las nieblas y los vientos del norte.
En ocasiones divisábamos costas ignoradas
con suaves elevaciones y arboledas
diferentes a las de Groenlandia.

Recorrimos a la inversa
la ruta de muchos navegantes
descubriendo lagos y nuevos litorales
adornados con playas de fina arena blanca.

En algunos de sus fondos varamos nuestras naves
aprovechando la marea baja.
Cuando subía
remontábamos el curso de los ríos
en busca de leña para nuestra lumbre.

Abundaba el salmón y el invierno era tan suave
que el ganado vivía a la intemperie.
Hasta en el más breve día del año el sol brillaba
desde la hora del almuerzo hasta la noche.

Cierta vez, el timonel hizo un descubrimiento:
¡ V i ñ e d o s !
Al despuntar la primavera
llenamos las bodegas con la divina esencia
y cargamos la nao con excelente madera...

Olvidaba decir cómo era nuestro barco:
Mezcla de knorr vikingo y de galera fenicia,
tenía algo de carabela española y junco chino;
35 metros de eslora
con elevado puente y una curiosa proa,
tablazón de ciprés y remos de encina.
Mástil de cedro como palo mayor,
con su vela cuadra, de lana.
El palo delantero lucía vela latina
y el árbol posterior llevaba la cangreja.
Un techo redondeado, a manera de seta,
cubría casi un tercio de la cabina de popa.
En resumen,
íbamos preparados para navegación de altura.

Después de muchos viajes, de ires y venires,
quedamos en América...
Dejamos el mar (no para siempre)
y penetramos como agujas por incontables ríos.

Los deltas, las arenas, los bosques, los meandros
nos fueron alejando de la costa.
Y remontamos selvas, remolinos y desvíos
con la ambición a cuestas.

Descubrimos nevados, abismos y volcanes;
el paso por los Andes fue una epopeya incierta
pero lo recorrimos con un valor suicida
fundando mil poblados entre la manigua.

Con alas extendidas, el cóndor
nos hizo muchas veces la sombra necesaria
para evitar el sol, ardiente y resecante,
o las tupidas lluvias de ciclo interminable.

Al mar nunca volvimos. Nuestros viajes
se fueron transformando en pura fantasía.

Al despertar,
el barco en que viajaba era una nuez partida
luchando con las olas del Atlántico furioso,
negro y profundo como la noche invernal.

POEMA

PERSONALIDAD
 
Orgullo de ser quién soy

Caballo por excelencia

trotamundo de mil quehaceres,

Mariposa que va de rosa en rosa

cuidando de sus quereres,

Fiel a mis principios

Familia, Amor, Dinero

Colibrí que se estaciona

y pierde la carrera

Pájaro que en su aleteo

adivina sus anhelos

Aroma que descubre

amigos malos y buenos

desconfianza, sexo y riqueza,

Libertad que me tienes presa

Vida que por tí me muero!


Patricia Jauregui
Miami, Florida.

viernes, 24 de junio de 2011

MUSEO


Maqueta de almadraba expuesta en la colección museística Raíces Conileñas realizada por Antonio Basallote y José Díaz con el asesoramiento de Antonio Ponce. Si vienes a Conil visítela.

EXPOSICIÓN



Exposición dirigida por el amigo en la escritura Juan José Pantoja Soriano.

POEMA

ANHELO

Quisiera ser mariposa
y la flor del embeleso
y ser como una luciérnaga
que no habita el universo.

Y tender alas al viento
y rozar el infinito
y ver posarse el rocío
en las mañanas de invierno
y hacer caricias al viento
y escuchar la mar por dentro.

Al equinoccio de otoño
cubrir las flores de besos
y acariciar a las nubes
cuando rozan con los techos.

Y ver los atardeceres
con los ojos de los ciegos,
pues ellos llevan guardadas
las figuras de lo inmenso,
o mirar de otra manera
con ojos del pensamiento.

Escudriñar a las almas,
conocer su mundo interno
y mimar a los instintos
de los que gozan por dentro.

Y ser una con la luna
y pisar el firmamento
y ver de cerca una estrella
para comprobar que es cierto
que cinco puntos dibujan
las figuras de sus cuerpos.

Carmen Locay de García

POEMA

Amistad y Amor

Amigos es sinónimo de amores.
Amores es antónimo de olvido.
Es un lago camino recorrido
caminando confiado sin temores,

siempre que al caminar vean resplandores
al percibir la piel del ser querido
como un deslumbramiento conocido
que mitiga enseguida los temores.

Es decidir andar hombro con hombro
respirando a la vez, con el asombro
de haber hallado el ritmo imprescindible.

Es saber ya por siempre el objetivo
Igual que el corazón por intuitivo
nos tiene señalado hasta el final


Raúl García Huerta
Cuba

POEMAS

AMARNOS.

Vamos a amarnos, mi amor.
Es el momento oportuno.
Tú en mis brazos,
yo en los tuyos.
Ahora, los dos…
sólo uno.

Carlos M. Notario Castro
Del poemario El Amor en la balanza
México – Cuba


VIVIR

Vivir es podar las ramas
que alguna vez verde fueron,
es leer lo que escribieron
necios, profetas y lamas.
Es re-encender esas llamas
que se nos van apagando,
verse uno mismo llorando
con sentido o sin razón.
Es decir una oración
en silencio, caminando.

Alejandro Herrera Segarte
Del poemario Complicidad
Cuba

POEMA

Amigo, le envío una colaboración de mi jefe Raúl Bisset quien es informático, escribe poesía libre y se inspiró en las décimas que yo escribí OBSESIÓN.CON

LA COMPUTADORA O YO

En la alcoba, Juana
le dijo a Ernesto:
cuando pensé que venías a mí
fuiste a ella,
la encendiste
y yo continuaba apagada…
cuando veo como acaricias
el teclado, siento envidia.
El desvelo hace llagas en mi cuerpo,
por ver como ella me sustituye
y como tú puedes disponer del tiempo
que no me dedicas.
-Cómo la escuchas, te duermes a su lado-
y yo durmiendo sola.
Cuando hablas de ella con tus amigos
y dices:
qué memoria tiene, qué hermosa
qué veloz, qué eficaz
pienso que no soy nada para ti
lástima que en mi ente no exista
un software o un hardware,
no me queda más algoritmo:
¡La computadora o yo!

Ing. Raúl Enrique Bisset Delisle
Santiago de Cuba

DIÁLOGO

Diálogo poético en Cuba Ala Décima sobre el pie forzado OBSESIÓN.COM)

OBSESIÓN.COM

( 3 ) Estimada Magdalena:
escribiente desde Cuba,
permíteme que ya suba
fotograma que me apena.
Pues la web dura condena
raptora de mi entender;
me ha alejado del comer,
del sexo y miles de cosas;
mas que teclas tan hermosas
las que tiene mi mujer.

( 4 ) El fotograma en cuestión
donde se admiran los puntos,
esta en archivos adjuntos,
búscala sin dilación.
Si me mandas tu opinión
que saberla pues me apura,
o si mandas una cura
mucho te agradeceré,
y si no pronto estaré
!Ay! Magda en la sepultura.

Gerardo León Ayala
México.

( 5 ) Cuando el hombre concibió
la genial computadora
como una liberadora
del trabajo se le vio.
Más tarde se convirtió
en obligada exigencia,
en el negocio, la ciencia
guerra o comunicaciones,
en fin, todas las acciones
hoy requieren su presencia.

( 6 ) Para viajar en avión
reservando tu pasaje,
si vas a comprarte un traje
o copiar una canción.
Para expresar tu opinión
existe la red social,
y lo más original
de esto que causa furor:
!Se puede hacer el amor
en la realidad virtual!

José Arias Díaz
Ciego de Ávila, Cuba.

( 7 ) En cualquier Ciberespacio
se encuentra lo que requieras
desde pequeñas tijeras
hasta un enorme palacio;
un anillo de topacio,
un estuche de cosmético;
ya se ha vuelto un mal genético
de todo el que está casado,
hasta el cumplir ha cambiado
por el sexo cibernético.

Gabriel Joaquín Hernández Cadena
Xalapa, Veracruz, México.

POEMA

Le dije a una señora

¿Me permite señora

robarle una mirada?...

Sombría ella me dijo:

"no me roba usted nada".


Me solté las amarras

del miedo a su reproche;

con palabras bizarras

le dije aquella noche:


Con solo un beso suyo,

sería muy feliz…

ella me dijo al paso:

"si es que le doy un beso,

va querer de mi todo;

y cuando tenga todo

ya no será feliz"...


"La pasión se desgaja,

fácilmente en pedazos,

de la frágil palmera

del placer ya cumplido…"


Desde esa misma noche

un comando de ideas

me acorrala en la alcoba

y convierte mi mente

en campo de batalla.


En una encrucijada

entre el placer y el miedo

de embarazar su vida

de anhelos y temores,

la dejé para siempre

con su tibio marido.

MIGUEL ÁNGEL ANGULO BADILLO

POEMA

Verano Brisas

Del libro
LEÓN HAMBRIENTO EL MAR

XVI Premio Nacional de Poesía por Concurso
Universidad de Antioquia
2004

JORNADA DE PESCA

Suelo levantarme a las cuatro de la mañana,
tomar mis aperos y embarcarme
cuando el alba se asoma sobre las crestas del mar.
Parto solo por ser hombre de poca compañía.

Me adentro en el espejo infinito
mientras crece el tamaño de mi panga.

A medida que me alejo de la costa
mi barca se hace más grande.

Mi barco ya es un buque que se bambolea
sobre las olas que pegan contra el casco.

Bajo cubierta se nutren y estremecen
las máquinas procesadoras
que comparten su escenario de locura.

Mi buque tiene 95 metros de eslora
y su manga lo exigido
por los más avezados constructores.

Émulos de Alemania unificada,
Estados Unidos y la antigua Unión Soviética,
que vienen de Groenlandia y Labrador,
procesan, según su cuaderno de bitácora,
casi tanto como nosotros:
¡180 toneladas por día!

Después de la selección inicial
la pesca accesoria debe limpiarse a mano.

Algunos cantan; otros gritan y bromean
o cambian gestos obscenos con sus compañeros.

A las 7 y 35 suena el sistema de altavoces:
¡A izar, a izar! ¡Halen a cubierta!

Dicen los muchachos que ciertos peces, muriendo,
parten con sus dientes los mangos de los remos.

Redes con alas y cabos estabilizadores
se columpian entre garfios y cables
más largos que la embarcación.

Si el contramaestre desempeña su oficio sin destreza
produce atascamientos y pérdidas humanas.

Cuando desciende el barómetro
fuerzas amenazadoras, hasta de 40 nudos,
avanzan hacia nosotros. Suena la sirena.
La aguja del manómetro vacila y cae a cero.
Las ráfagas aumentan y debe suspenderse la faena.

Tras montañas de agua, en desafío permanente,
vemos otro pesquero igualmente en apuros.
Destapo la botella y doy un trago a mis hombres.

Son las dos de la tarde en el océano;
cielo despejado, mar en calma.
Todos contentos, hay mucho barco a la vista:
Británicos, polacos, portugueses, españoles.
Es abrumadora la presencia rusa;
también la japonesa.

Con los prismáticos capturo tanta información
que cualquier capitán la envidiaría.
En los barcos franceses todo es bello.

Me dispongo a regresar, quiero volver a casa;
mi buque se reduce, la temperatura es cálida.

A las cuatro menos cinco afianzo rumbo a la costa;
mi barco sigue achicándose, se divisan las colinas.
Ya es una lancha perdida en el recuerdo.

La tierra está muy cerca;
los perros corretean jugando con el agua.

Un pequeño atún reseco por el sol es todo mi botín.

Allá, en el horizonte, un buque fábrica se aleja
como fantasma en busca de la noche.

POEMA

MIS 0JOS

Que no están hechos mis ojos
para ver la realidad.
Todo lo que ven mis ojos
es un engaño total.
Veo y no veo y, cuanto veo,
no es real;
que es mentira cuanto veo,
que cuanto veo es irreal.
Mis ojos ven y no ven.
Mis ojos nunca verán,
que lo que mis ojos ven
no es verdad.
Que no están hechos mis ojos,
que no están
estos ojos míos hechos
para ver, que no verán,
que nunca verán mis ojos,
que nunca, nunca jamás,
que jamás nunca, mis ojos
podrán ver la realidad,
que mis ojos y yo somos
una sombra fantasmal.

JUAN CERVERA SANCHIS

jueves, 23 de junio de 2011

POEMAS

SÍ, ES VERDAD

Sí, es verdad que Dios calla.

Sí, es verdad que deja las cosas pasar.

Sí, es verdad que nos deja, a veces, solos y tristes.

Pero en tu alma, en mi alma, en todas las almas

quedan las huellas de aquellos que nos han hecho llorar.

Sí, Dios no permite el olvido.

No olvidamos el amor sincero

aunque por la muerte, parezca,

que ha sido vencido.

Sí, es verdad, dios jamás desune.


OH CAPITÁN, MI CAPITÁN, DIOS MÍO


Oh capitán, mi capitán, Dios mío

no me empujes al mar, amaina el viento

que cierra mis ojos. Mi pensamiento

no lo leerás, será suyo y mío.


Suyo y mío, lucharemos por él,

resistiré incólume, aguerrida.

No encontrarás en mí ninguna herida

que vierta sangre a través de mi piel.


Me parece tan bella su figura

que pierdo la cabeza. Sueño besos

y caricias aun estando despierta.


Yo, calada por él hasta los huesos,

recibiré mi triste sepultura.

Siempre con sus caricias por cubierta.


Mª JOSÉ BERBEIRA RUBIO

POEMAS

Apuntalo despojos.

Sé que seguiré recibiendo abortos
sin que pueda faltarme resuello.
Muslos ávidos
que se refocilan con las convulsiones.
Trepidantes, estremecidos
de causarme intentos fallidos
con gritos incidentes
diluyentes de esfuerzos.

¡El aire…la brisa…el viento!
La columna de huesos
ansía el empuje
de ráfagas…de ráfagas
para oscurecer la visión,
arremeter de nuevo
hasta extraer la placenta
y guillotinar el cordón.

BRINDIS VITAL

Vamos a hacer un brindis por celebrar la vida,
por cesar de una vez de temerle a la muerte,
por animar al alma para que siga fuerte
reanudando la lucha por la meta perdida.

Festejar el camino por la senda torcida
a trancas y barrancas, teniendo buena suerte
de llegar a sortear escollos sin caerte
apretando con fuerza las manos en la brida.

Sin envidias, sin odios, a corazón abierto
mostrándolo en la proa de una nave sin puerto
que recorra infinitas avenidas del mundo.

Brindemos por dejar un pedazo del alma
en el huerto de amigos y cosechar con calma
los frutos del amor hasta el postrer segundo.

Raúl García Huerta

TEXTO

MUJER ABORIGEN EN EL ULURU

Por Montserrat Gómez Gómez incansable indocente

Hay algo denso y dulce como de hormigas con el vientre cargado de miel al sol en las aborígenes. Espeso, se derrite con el calor, rebosa. Hay algo instintivo de defensa o de aislamiento de quien ha sido tratado no más que con vejaciones. Al salir de la roca sagrada, descansamos en una zona de sombra y nuestro guía permitió a una mujer aborigen que vendiese sus pinturas a los turistas que venían con nosotros. Yo me senté al lado de otras dos mujeres altrreye, las ancianas. Me hacía falta estar allí. Había muchos otros lugares y no era lógico elegir aquel pero a mí me era indispensable. Así que me acomodé y quedé a la espera sin expectativas. No había grandes historias que contar con palabras. Una mujer había traído unas pinturas que no eran propias y las quería vender como tal. Un hombre blanco no la dejaba. Se enfadaba sin razón. La otra mujer intentaba convencerla. La primera era probablemente de las más ancianas del clan. Mientras tanto, las moscas negras revoloteaban por mi cara. Pasaba el tiempo. Las moscas eran sofocantes. Arenosas. Las mujeres altrreye nada dijeron que pudiese no entenderse. Su lenguaje se musicaba con sonidos repetitivos, bajo continuas nasales y vocales abiertas. Apenas miraban, sus ojos parecían no estar. Las tres seguíamos sentadas casi en silencio. Casi todo el tiempo. La mujer del medio, menos vieja, se levanto. Me dejó más cerca de la presencia de la anciana. La mano izquierda de la mujer anciana se poso cerca de mí. Dos de sus dedos parecían derretidos por el sol del desierto. La piel negra, casi gris. El rostro hinchado. Los ojos pegajosos y un sabroso, sólido, gomos, olor fuerte, a miel. A tierra de miel. A historias antiguas de miel. A saber de la humildad de ser con todo lo demás. De la supervivencia. Del irrernte-arenye. De cómo conseguir agua y matar a un lagarto para poder comer. De su lugar en el mundo. Claro. Impertérrito. La historia era un olor dulce, pegajoso, tan denso que podía tocarlo con mi nariz. Sin más movimiento me quede hasta que ya era muy tarde para seguir quedándome. Entonces, me levante y me fui. Listen deeply, let these stories in. Escucha profundamente, que te trasvasen estas historias. Tanto que nada se. Tanto que perdonar no tiene más sentido que seguir con la vida. Estar.

POEMAS



OBSESIÓN.COM

( 1 )El informático Argón
vive sintiendo pereza,
recio dolor de cabeza
y ataques del corazón.
Fiebre de computación
le aprecia el doctor Enier;
ya no quiere ni comer,
con desvelo permanente
ni le pasa por la mente
desahogar a su mujer.

( 2 ) Su máquina es lo que vale,
la mujer habla, y no escucha
pero si ella coge lucha
con una burrada sale.
Su esposa quiere que instale
un juego, y nada le instala…
la cosa se pone mala
cuando piensa la mujer:
ese juego, con placer
“Mayito,” me lo reinstala.

María Magdalena Cabrera Zamora -Santiago de Cuba-.

miércoles, 22 de junio de 2011

TEATRO


El indocente José Aurelio Martín dirige varias obras en el Maratón de Teatro de Medina.

POEMA

¡OH SIRENA!

El navío cruza un mundo tormentoso,
llega a un gran océano de sueños
donde me sumerjo y me alivio.
Oh sirena!, lléname con tu canto,
pero no mates a este pobre marinero
que va en busca de tesoros, de amores,
de sones de dulces liras, de sueños, de bellos sueños.
Amarrarme quisieron a la vela de mi nave
mas no pudieron con mis ansias de venir a buscarte.
Y ahora que te encuentro, ¡oh sirena!, no me mates,
no me digas que eres de otro, no me digas que no me deseas.
Dame uno de tus fogosos rizos , dame algo,
algo que avive siempre el recuerdo,
el recuerdo de tus mejillas rosadas, de tu hermoso cuello enhiesto.

María José Berbeira Rubio

martes, 21 de junio de 2011

POEMA

VIVO

Vivo
y no vivo
viviendo
lo que vivo,
pues no alcanzo
a vivir;
que no es vivir,
vivir,
sin tu amor
enamorado.

JUAN CERVERA SANCHIS

POEMA

“El aroma”

El norte de África,
el borde visible de un abanico abierto
que desde la valla de la infancia me interroga ¿Quién soy?
Yo le contesto: eres la punta del iceberg de mi celeste atardecer.
No podías ser otra que una gran dinosauria con cresta abierta, reposada y sabia,
que desde la otra orilla… yo veo.

Derramas tu fuerza joven por las calles tunecinas y egipcias,
con intensos y apasionados gritos que contagian al mundo de principios nobles.
La corrupción lleva fusiles aumentados y negocia con jefes endiosados.
La codicia se almacena, la huida se paga.
Esta es la otra orilla...la que yo leo.

La urticaria sigue reptando la costa hacia otros países nobles,
enredada en la pobreza y exaltándose como un volcán,
con el desgarro de la incomprensión y la desesperanza ahora que,
se electrocuta el paso con leyes de emigración ahora que,
Internet muestra el paraíso posible en esta tierra.
No queda otra conducta que proyectar el polvo de luces lagrimeadas, acompasándolas con pasos de autodeterminación,
con voces de barbilla alta, hacia otros lugares,
a éste que yo escucho desde aquí…tan atenta.

El humo se difumina como destellos de luciérnagas en el aire vivo de la noche, para convertirlos en fragancia de jazmines
que llegarán mañana al resto de las orillas…las que yo quiero.

Josefina Núñez Montoya.

TEXTO

Rolando Revagliatti -Argentina-

Nunca soñé

Nunca soñé con tres ojos que me escrutaran desde un pescuezo de jirafa. Que me escrutaran no sin dejar de entornarse alguno, alternativamente. Tres ojos y no tres pares de ojos de diferentes tonalidades. Tres ojos oscuros idénticos. Y que se posaran sobre mí sin benevolencia ni animosidad. Desde un pescuezo inconfundible, irreprochable. Desde una jirafa de la que pudieran pender arañas plateadas, moribundas, o exhaustas. Pendiendo como sólo penden lo esencial y lo sutil. Lo sutil exhausto, lo esencial moribundo. No estaríamos ellas y yo en un zoológico o en un ambiente no trastornado por el hombre. Pero yo no distinguiría el sitio, y hasta ese momento sería únicamente mis cuatro pintorescas narices, olfateando en vano, desasidas de cabeza reconocible. Yo consistiría, hasta entonces, en una pura memoria guiñolesca, afanándose por recuperarme. Sería, claro, una sustancia en su propia procura.
Nunca soñé con algo rubio gelatinoso aposentado sobre un punto cardinal. Ni me soñé punto cardinal sobre el que se aposentara determinada o indeterminada gelatinosa rubiedad.
Nunca soñé con escaleras derritiéndose sobre un valle de incienso. Dos mil ochocientos peldaños, sumando las sesenta y seis escaleras de fibra. Incienso que cubre todo el valle al que pertenezco desde mi primer sueño anotado en un cuaderno infantil. No estaría allí como ninguna de mis presencias mensurables. Y sin embargo, me brindaría a derretirme.
Nunca soñé con hexágonos de piel humana impidiéndome apoderarme de la gracia. Es poco no haber soñado nunca con la gracia apoderada impidiéndome la humana piel de los hexágonos.
Nunca soñé con el antojadizo poder de cristalizar, seccionar y envasar un crepúsculo. Y darlo a consumir sin reparos. Antojo de consumición.
Nunca soñé con un espejismo, ni cóncavo ni convexo. Espejismo con el que hubiera podido restituírseme la gobernabilidad de mis sueños.

lunes, 20 de junio de 2011

POEMAS

LUNA Y SOL

En las murallas altivas del sol,
rezuman los soportes de la luna,
al recordar las sendas de esa luna,
hechizando los atrios bajo el sol.

Y es que las horas fueron una luna,
que refulgía los signos de un sol,
balbuciendo un arabesco en tu sol,
impreso sobre el rostro de la luna.

Ya la vida recostada en la luna,
a veces me conlleva a ese sol,
que fueron las caricias de tu luna.

Y el corazón no deja de ser sol,
ocultando las sombras de la luna,
mientras mi Alma se besa con el sol.

ANILLOS
A mi querida Pat May

Hay anillos que se sienten perseguidos
en el infinito himno adolescente
y la Soledad recicla el molino
donde el sueño se cubre de conventos.

Cada sombra es un fúlgido desierto
que perfora en ventanas los refugios
ese arcángel con un cirio en la mano
y la aurora atrapada bajo palio.

Las bandeas se empapan de plegarias
recitando los siglos albardados
con violines urgidos por el viento.

Y poemas que entibian los desnudos
alejando postigos de la Nada
al teñir el susurro portuario.

PERGAMINO
A mi querida Almudena

Fungen palabras de aromas quemados
que desvencijan el fúlgido ardor
al penetrar la undosa claridad
bebiendo las retamas y los rostros

En la neblina bulle un infinito
apresando el sonido de la luna
con caballos boyados por espumas
sumidos al rompiente presidiario

Los dioses con sus máscaras de cobre
ensanchan el tumulto enaltecido
trenzando palimpsestos en la sangre

Y todo es un inmenso pergamino
plagado del subsidio pasional
meciendo la envestida de la tinta

LUIS ÁNGEL MARÍN IBÁÑEZ
S/C de La Palma
(S/C de Tenerife)

PRESENTACIÓN LIBRO


La colaboradora, de la Revista Azahar, Norma Pecora presenta su nuevo libro, en Córdoba -Argentina-

Presentar un libro es abrirse el corazón para entregarlo a todos, aún latiendo, aún sangrando. Es entregar en el papel el sentimiento, la esencia, el extraño sortilegio del fluir constante del alma ante la crítica de aquellos que leerán sus páginas. Por eso los espero el 17 de julio a las 19,30hs. en el salón de fiestas del ACV- Lavalleja 851- CÓRDOBA CAPITAL.

POEMA

FELICIDADES POR EL DÍA DE LOS PADRES

PADRE

Padre, no es el que fecunda
padre no es solo el que engendra,
padre es quien forja la almendra
con seguridad profunda.
El padre es quien nos inunda
de cariño nuestra vida;
padre es quien en su partida
nos acompaña el camino,
quien vela nuestro destino¡
Padre es quien nunca te olvida!.

María Magdalena Cabrera Zamora -Santiago de Cuba-.

domingo, 19 de junio de 2011

POEMAS

EN UN PATIO LEJANO DE GRANADA

I

En un patio lejano de Granada

borda su pena en el mantón la abuela.

La tarde es un tapiz que se revela

en púrpuras de hiedra conjurada.


La copa triste del amor, quebrada

en la magia de luz que la desvela.

Verbena roja es el ayer. La estela

de aquello que no fue. Luna morada.


Costura y pena gris… Pena sombría.

La abuela (Lirio cárdeno. Poesía)

sigue bordando un sueño de jazmines.


Y en el lienzo en azul, la sombra acuna

el hechizo morado de la luna

desde un albo conjuro de violines.-


II

Salve el ocaso su candor de trinos

en el edén azul de la floresta.

Canta el churrinche… Su fulgor de siesta

exhala en frondas silbos purpurinos.


La abuela teje ensueños diamantinos

y la aldea y la viña -sombra enhiesta-

descalza en su memoria, en son de fiesta,

el cárdeno bemol de los caminos.


Y mira más allá –trigal la tarde-

la mansedumbre roja del verano…

Su voz se torna verso de labranza.


Sierpe la mariposa en rojo alarde

y desde el nido triste de su mano

vuela en torcaz su sueño, su esperanza.


PUERTAS (tríptico)

“Una soledad adentro. Otra soledad afuera.

Y en la puerta retumban tus llamados”

Roberto Juárroz

I

Siempre verás al avanzar la puerta

en el arbitrio de la luz que aguarda.

La vida acrece en el andar. Despierta

presta a la ley de lo fugaz. Retarda


tu huella en el atajo, que se advierta

la tierra henchida en cielo. Salvaguarda

fondo y figura de tu sueño alerta

en un final sin pena y sin cucarda.


Forja la dicha de vivir. Que el verbo

sea códice y fruto de tu entrega

para trocar en verso tus ocasos.


Confina el alma a vendimiar su acerbo,

que la esperanza fluye solariega

al devenir ebúrneo de tus pasos.-


II

Clavo mis ojos en el horizonte

y hallo del hombre el devenir, la anuencia.

Hallo el árbol de pie, el níveo apronte

de los días felices, sin la urgencia.


Pasa el río –misterio de Aqueronte-

y es enigma la vida. Fluido. Esencia

de otra música azul que escuda el monte

frente al bruno espejismo de la ausencia.


Lira y memoria soy… Ocaso y alba.

Tallo la piedra y el poema es canto.

Tallo el verbo y es alma, lumbre cierta.


Ígneo oropel, el verso que nos salva.

Somos tránsito y tiempo, mientras tanto

la vida fluye hacia la Noche incierta.


III

Fluye en torrente hacia la Noche incierta

como un río que pasa... Así es la vida.

Hallar el curso y encontrar la puerta

como un punto de cierre y de partida.


El hombre es tabla rasa. Imprime en cierta

mirada el orbe de su esencia henchida.

En la memoria, en la lozana huerta

madura el fruto… Es libre la caída


como un reloj de arena, cae su arcano

y es ley la noche. Mas la luz desvela

la infinidad absurda en sus despojos.


Duele un verso (Es paloma entre su mano)

Y todo pasa… y deja su alba estela

para el asombro niño de sus ojos.-


Del libro El cáliz de las horas, de JOSÉ LUIS FRASINETTI -Argentina-

POEMA

REVIENTA

Revienta mar,
reviéntame las sienes
y llórame en los ojos,
espuméame la boca
para cicatrizar mis heridas.
Resécame los labios,
¡agriétalos!,
que no quiero más dolor,
¡inúndalos!,
Tiemble mi sonrisa,
que no quiero más
quebrar mi corazón.

Revienta, reviéntame
hasta la empuñadura,
para desenvainar de alegría
el amargor de la ausencia.
Apacigua las olas tristes
en un remanso océano azul.

Revienta las voces.
rompe las cartas de la desidia
y espolvoréalas de azahar
para bañar de paciencia
el sol y la arena vespertina.

Paco Velázquez

CUENTO

El amor azul marino
Manuel Cortés Blanco.
http://manuelcortesblanco.blogspot.com

Cuento incluido en su libro “El amor azul marino”, Editorial Amares.

Dios hizo el mundo en seis días y el séptimo descansó. En un alarde de imaginación creó las estrellas, las nubes, el hombre, la mujer. Apenas había dormido y, sumido en su cansancio, se acostó sin pintar las cosas.
Paradójicamente había creado el Arco iris, y en él cada uno de los colores. Sin embargo, el resto del mundo se debatía en una gama de grises impropia de un trabajo tan extraordinario.
Aquellos colores decidieron avisar al Señor de tal circunstancia, advirtiendo que el universo sería más bonito si pudieran pintarlo a su albedrío. Pero Él dormía plácidamente y no le quisieron despertar.
Fue entonces cuando al Fucsia, el más original entre ellos, se le ocurrió una idea estupenda:
- ¿Por qué no lo pintamos nosotros y sorprendemos a Dios cuando se despierte?
Su iniciativa fue acogida con alegría y todos los colores expandieron sus pinceles: sobre los ríos, las estrellas, los amaneceres. Aunque, sin orden alguno, superpusieron sus tonalidades llenando la galaxia de borrones.
Fue entonces cuando el Fucsia, siempre el más original, tuvo una nueva ocurrencia:
- Haremos un sorteo de manera que cada uno de nosotros, conforme vaya saliendo, pintará con su gama aquel objeto que elija.
Pese a las reticencias del Gris, rey de reyes en un país de claroscuros, la idea fue aprobada por mayoría. Así que metieron el nombre de cada color en una saca y dio comienzo el sorteo.
El primero en salir fue el Azul:
- ¡Qué suerte la mía! -dijo dando saltos de contento-. Porque yo quería pintar el mar…
Y el Azul pintó el mar.
El segundo fue el Verde:
- ¡Qué suerte la mía! -repetiría también con regocijo-. Porque yo quería pintar los campos en primavera…
Y el Verde pintó los campos en primavera.
Tercero, el Amarillo:
- ¡Qué suerte la mía! Porque yo quería pintar el sol…
Y el Amarillo pintó el sol.
Y así, uno a uno, fueron saliendo todos los colores para acabar rotulando todas las cosas.
¡Qué bonito ha quedado el mundo! Tan lleno de luces, contrastes, tonalidades. Pero Dios seguía durmiendo.
- ¿Qué hacemos?, ¿le despertamos?
- No -dijo el Fucsia, el más original de todos ellos-. ¿Por qué no hacemos tiempo y pintamos también los sentimientos? Así su sorpresa será mayor cuando se despierte.
El Gris objetó pues, en su opinión, algo tan banal no merece semejante privilegio. Sin embargo, la propuesta fue aprobada por mayoría.
Decidieron entonces utilizar el mismo sistema que el habido para las cosas. De manera que, tras meter el nombre de cada color en una saca, dio comienzo otro sorteo.
Esta vez, el primero en salir fue el Rojo:
- ¡Qué suerte la mía! -exclamó satisfecho-. Porque yo quería pintar la pasión…
Y el Rojo pintó la pasión.
El siguiente fue el Verde.
- ¡Qué suerte la mía! Porque yo quería pintar la esperanza…
Y el Verde pintó la esperanza.
En tercer lugar salió el Gris que, ante su enfado, decidió colorear la Indiferencia (por eso las personas indiferentes resultan ser tan grises). Y así, uno a uno, fueron asomando los colores hasta llegar al que cerraba lista.
En esta ocasión, y a diferencia de lo ocurrido en el primer sorteo, el Azul salió en último lugar correspondiéndole el único sentimiento que faltaba por escoger. El más esquivo, el más complejo, el menos maleable: el Amor.
Cuando el Creador despertó de su letargo quedó admirado con lo que contemplaba. Su obra era un panel de contrastes que desbordaba belleza por todas sus aristas. Tal vez Él habría teñido el cielo de Naranjas o la amistad con tintes Violetas, pero quiso respetar lo que en su reposo le había regalado el Arco iris. Tan sólo pidió a sus colores que siempre, en cada momento, fueran coherentes con la elección que hubiesen realizado.
Por eso el Amor y el Mar son tan similares; porque ambos fueron elegidos por un color que nunca se olvidó de aquella petición: el Azul. Ambos son fuentes de vida y, pese a ello, capaces de matar. Sucumben al hechizo de la luna, dan coartada a los amantes, inspiran a los poetas que pretenden describirlos, a los pintores que tratamos de plasmarlo.
Y por ello, cuando un mar o un amor nace, constituye para todos un motivo de alegría.

sábado, 18 de junio de 2011

POEMA

ANGEL DE AYER

Los lados del camino son testigos
de este deambular por las calles de arriba,
por las calles de abajo, las desiertas.
Espejos son las piedras diminutas
que piso en el jardín, la tarde en sombra,
la fúlgida llamada clandestina
de la desolación más pura y lágrima
que Junio nos ofrece con sus venas
plateadas por un sol que ya entreteje
sus rayos soñolientos que aún nos doran la piel.
Ah piel dorada, estratagema
que buscamos para ocultar la herida
sangrante, grito amargo, amarillo reflejo
de un vértigo tan largo como Lunes
que para el minutero y lo entretiene.

Ángel de ayer, no claves más tu espada
que mi canción se raya y borbotea.

ISABEL DÍEZ

TEXTO

Retrato: Uniformidad.

Un legión de pelados en tumulto, las calles han tomado; los uniformados. Ahora ya no hay calvos, ahora son todos pelados, que es mucho mejor que calvos, pues calvo es de viejos, y pelado de joven: mas los que son pelados calvos, pudieran ser acomplejados, que quizá fuera más feo, que el ser viejo.
Con tus gafas de sol vas sobre tu cabeza, para que hagan de transición de calva a pelada y, tu incipiente calva se iguale a tu orondo y pelado cráneo, y le eche un capote a tu sonrojante calva, que te avergüenza tenerla.
Zapatillas con los dedos de los pies fuera o si no, deportivas de cartón piedra para ir a la discoteca y beberte dos cubatas; pantalones de tejano, acortados por medio de las pantorrillas, marcando paquete o poniéndote relleno, de guatas o de papeles. Camiseta negra, con muchos letreros puestos, que hablen de Nueva York o de las Islas Caimanes, con manga corta que deje ver tus enormes tríceps, trabajados de gimnasio y repletos de tatuajes negros, con dibujitos alternos de números o letreros; y sobre tu robusto cuello que a tu papada da soporte, así como a tu pelada y brillante pelada calva; sobre ella, las ya mencionadas gafas, mas en vez de unas, dos, dos gafas muy negras y muy grandes; unas para el sol puestas y las otras sobre tu cabeza, para disimular tu calva. Ya hay quién ha visto a “uno” que llevaba hasta tres; las unas para ver y no ser deslumbrado, las otras cubriéndole la frente tal vez por coquetería, y las terceras en la pelada calva, éstas puestas por sombrero, casi casi, cordobés.
La imagen de juventud, imagen a no renunciar, jamás. No hacerse nunca mayor, aun a costa de ocultarse, bajo una pelada calva.

Julio Guzmán Sanchis

POEMA

DE AUSENCIAS Y RECUERDOS

He gastado los caminos de tanto recorrerlos
buscando armonía y un poco de sosiego,
sin embargo todo gira vertiginosamente
carcomiéndome el cerebro.
Siento que la gran muerte se encubó en mis adentros,
y se alimenta de ausencias y recuerdos
de dolores rancios y dolores frescos,
de soledades y tenebrosos miedos,
de mis rostros descompuestos esos mismos que guardé cada invierno.
De alegrías fingidas, de quebrados sueños
de un gran amor despreciado en el tiempo
y de otro eternizado con fuego.
Se alimenta de mis pies desnudos
y mi corazón hambriento,
de mi espíritu sediento
de las aguas de un manantial eterno.

De la escalofriante desesperanza
que me consume por dentro.
Siento crepitar la gran muerte
en mis carnes y en mis huesos,
se adentra en mi sangre
para recorrerme todo el cuerpo.
Y con mis desdichas festinando,
va dominándome y creciendo el fuego
inclemente me tiene sin discernimiento.
Día y noche al oído susurra:
Ven aquí conmigo, yo de perturbaciones te libero,
cubriré tus ojos con un suave bálsamo,
el bálsamo del sueño eterno,
ven, entrégate yo te acojo en mis calmos brazos,
te musitaré canciones de cuna
cuando estés en mi regazo,
te acariciaré el cabello te contaré cuentos
y en tus labios posaré los más dulces besos,
esos mismos que viviste alguna vez en sueños.
Toma mi mano afable, nada te pido a cambio,
sígueme tranquila te daré sosiego eterno.
Sin fuerza en el alma, con las ganas extinguidas
resignada me entrego
para que con su ropón me envuelva,
cierre mis ojos cansados y me lleve de esta vida .
Me entrego culpable por mi descomunal cobardía
por no sortear los fantasmas
que destruyeron mis días,
culpable de los dolores provocados
a los que nunca me hicieron daño,
espero me perdonen con el pasar de los años,
me dejo devorar por esta muerte aliada
en la negritud de un día muy soleado.
Veo los rostros de mis hijos, del hombre que me ama,
y el de mi amor eterno,
que se diluyen en el aire que respirar ya no puedo.

Todo se aquieta, todo es sereno,
los fantasmas me abandonan
se apodera de mí un apacible sueño,
y en los últimos parpadeos descubro
que ya no existe el miedo,
lo que encuba mi cuerpo ahora
es un paralizante frió intenso
que con el tiempo, asumo,
se alimentará de ausencias y recuerdos.

Fé Consuelo Martínez-Conde Rodriguez

POEMAS

PENTAGRAMA

Una fogata en clave
retiene el cortejo
de los signos blasonados
FORMANDO EL PENTAGRAMA
que abre
las vitrinas
impositivas


Entre inasibles fragmentos
de instantes abandonados
hinchando el velamen
hacia las extensiones
DEL RUMOR ARTERIAL

Batiendo cirios cartujanos
donde las placentas
pregonan los términos
de la hojarasca pisoteada


En esta imprecisión
se siente una espesura de inscripciones
donde los reclinatorios
tienen dificultad
para decir
LA VERDAD


Y la oscuridad
está llena
de agujeros negros
CON MONOLITOS ESTREMECIDOS


De planetas prisioneros
que vocean la andadura
—sustantiva—
absorbiendo la obediencia
EN EL LINAJE DE LAS EDADES

REVINDICACIONES

SIEMPRE los otoños exhalantes
colonizando vuelos
de alondras nerviosas
en el perpetuo fósforo
de las travesías fugitivas


Deteniendo en templos sin altar
las adustas reivindicaciones
—de la nocturnidad—
sobre intuitivos contrafuertes
bajo el murmullo de LA LUZ


Y dando rigor a las ofrendas
—del clamor—
envueltas en el oscuro linaje
—de los blancos poemas—
a modo de gloria mensajera


Con el mar cubierto
de un sentimiento abadesco
poseído por la secreta ebriedad
donde los péndulos arrogantes
—introducen—
LA ALTA CREPITACIÓN


En un transvase de cerraduras
—místicas—
velando el oro conjurado
en la exacta perfección
de los sonetos ojivales


Y en el absoluto delirio enmohecido
que envuelve de reliquias
—sin distancia—
LA SANGRE AZUL de las pirámides

MONASTERIOS

VERSÍCULOS incandescentes
simulando un conjuro
penetran en las diagonales
—pretorianas—
de los rosarios multiplicados


Tejiendo consignas
donde la doble inocencia ES EL BASTIÓN
de unas plantaciones órficas
refrendando la profundidad


Incrustadas a las lontananzas
—sin límites—
que hacen del prófugo desvelo
una claraboya posesiva
en los voltaicos monasterios


Y LAS EDADES DESPIERTAN
una tras otra
mientras las cicatrices se abren
sobre un calendario sísmico
dibujando sombras incompletas


Todo es una orgullosa y absorta
—PLEGARIA—
atravesando los enseres
—del Tiempo—
al encuentro de un olvido
sonoro cual beso inexistente


En quien los dioses cautivos
interrumpen el ensueño
desoyendo los encendidos monolitos


Entre fulgores extremos
de invencible serenidad
haciendo fermentar
cual conventos clausurados
LOS ESPEJOS PLUSCUAMPERFECTOS

LUIS ÁNGEL MARÍN IBÁÑEZ

viernes, 17 de junio de 2011

POEMAS

Aquí conmigo y sin ti.


Como un juego empezó nuestro idilio de amor.

Nos prometimos amor eterno.

Hoy eres la sombra que me acompaña, junto a las noches que llenan este vacío.

Tu partida es el abismo que marco mi destino.

Aquí conmigo, en la distancia junto a mis ansias, recordando la miel de tus besos, el calor de tu cuerpo.

Aquí conmigo, sin mucho que dar, sin sueños que regalar, sola me encuentro entre sonrisas apagadas, navegando entre mis lágrimas.


Recuerdo

Fue una noche de luna llena en que te pedí que no te fueras, te supliqué te quedes junto a mí.

Quizás era que mi alma tenía miedo, miedo a perderte.

Desde tu partida son frías mis noches, no ha vuelto a salir el sol, ya no tengo alegría, tan solo llanto y dolor existe en mi corazón.

Dios eligió nuestros caminos, hoy nuestro destino es estar separados, ya que tu estás en su regazo pero segura estoy que tus recuerdos me ayudarán a vivir, hasta el momento que no volvamos a encontrar. Por ello seguiré cantando aquellas melodías que juntos escuchamos, música de amor prohibido el amor que tú y yo vivimos.

Como quisiera entregarme como lo hice la primera vez.

Recuerdo como mi piel se estremecia con el contacto de la piel de aquel ser que dios separo de mí.

Hoy ya no tengo el calor de aquel amor.

Por ello vivo mis emociones aunque ya no sienta pasión, ya que sin el amor no soy nada, solo soy una hoja que lleva el viento.


Soy ave errante sin nido en donde cobijarme en este invierno frio.

Te marchaste, llevándote contigo mis alegrías, las ansias de vivir mi vida.

Hoy los veranos ya no tienen el calor de tu mirar cuando me seduciste, como solo lo sabe hacer el mar a la arena.

Como las estrellas que besan al cielo, tiempo y distancia separaron nuestros atardeceres.

No se quien eres cuando la noche cae y como un fantasma danzas en mi interior.

Será tal vez porque eres el hombre que tanto amo con loco delirio cuando se ama la primera vez.


Soy alondra prisionera de amores prohibidos que no he vivido.

Me enamoré a mis dulce doce años, desde entonces el destino me ha llevado por el camino de la tristeza, amargura, llanto y dolor.

Mi corazón solo conoce desolación, por ello mi alma clama a Dios por un día ser flor que crece y florece sin temerle al tiempo o la distancia, por ser luz y luna de estrella fugaz que tan solo quiere amar.



Dulce amor, hoy ante tu tumba me pregunto

¿Por qué, por qué el destino te separo de mí?

Desde tu partida he quedado sola, triste y vacía, porque nuestros sueños se desvanecieron.

Ya no contemplaremos aquel verano en donde al fin a tu lado iba estar,

abrazados en aquella pequeña cabaña de Piqueros.

En donde hablaríamos del único lenguaje que conocemos, el de besos, cariacias, ternura fuego y pasión.

Sería nuestra entrega no solo el temblor de nuestros cuerpos sino el de nuestras almas por este bello amor que nació entre los dos.

Pero que ironía todo es lejania, porque estoy igual que tú, muerta, muerta en vida desde tu partida.

GLADYS MARISOL LEÓN SUÁREZ
LA GOTA.

HOY SALTÉ LEJOS
CASI NO LLEGO
PERO LLEGUÉ.
SALTÉ TAN ALTO QUE CAÍ
SALTÉ TAN LEJOS QUE VOLVÍ
HOY QUISE SER.
***
HOY FUI GOTA
Y AL CAER
SALTARON MIL
MIL FORMAS
MIL LUCES
MIL HERMANAS.
***
HOY SALTÉ LEJOS
TAN LEJOS QUE VOLVÍ
HOY FLUYO
HOY RECORRO MARES
¡LLEGUÉ TAN LEJOS!
HOY SOY MAR

A Conil 1-5-2011

JUAN MANUEL ÁLVAREZ

POEMAS

Debes Saber

Debes saber, locura mía; que te anhelo más que nunca, que ansío inquieto, fundirme acaloradamente con tu ser para crear entre ambos un todo, para entrar lentamente en tu interior, para invadirte con mi esencia hasta rebosar las mieles del placer…hasta avivar con creces el fuego de nuestra deseada pasión.

Debes saber, debilidad mía; que ambiciono ¡tanto! inventar ardientes poemas de nuestros sedosos y cálidos cuerpos, recorrer sinuosamente piel y poros para vivir intensamente nuestro acto de amor compartido, nuestra mútua entrega.

Debes saber, mi Venus, mi diosa; que te amo infinitamente, ¡tanto! que desespero por sentirte mía entre mis brazos aguardando impaciente que cada gesto, que cada beso, que cada caricia…nos eleven al séptimo cielo.

Debes saber, mi ángel, mi musa…¡mi todo! que desearía impetuosamente, alcanzar contigo la cima empírea y celestial del goce amoroso, conquistar juntos el podium del placer con ojos cerrados y elevando nuestras sensaciones.

Debes saber, dulzura mía, mi tentación; que me apetecería dejarme llevar por tus suavos besos y gemir agradecido, al sentir tu tacto en mis curtidas manos.

Debes saber, ternura mía, mi ardor; que sueño expectante, con vestirnos de sensuales trajes de sudor, humedades, salivas y latidos; para sumergirnos en la erótica vorágine, para arribar unidos y al unísono a la catarsis consentida.

Debes saber, mi almibarada fruta; que mis labios sonreirían complacidos, si me permitieras susurrarte palabras bellas llenas de candor, tal y como me dicta el corazón.

Debes saber, obsesión mía, mi esperanza; que mis dedos se estremecen en estos instantes, al escribirte tan sutiles y enamoradizas frases, y que mis ojos se empapan de emoción imaginando tu tierna respuesta.

Debes saber, mi licor, droga mía; que te espero para unir nuestros pechos, que te busco para se abracen nuestras almas, que llamo a tu puerta para fundir nuestras carnes y crear el más bello poema que jamás imaginaste.

Siempre tuyo.


VIENDOTE...

Veo tus ojos en la profundidad del mar.

Veo el mar en la profundidad de tus ojos.

Veo en tus ojos, el horizonte del mar.

Veo en tus ojos nuestro espigón.

Veo en el horizonte del mar, tus ojos verdes.

Veo en el amoroso espigon tus ojos.
.
Veo tu rostro dulce entre el azul del mar.

Veo en el azul del mar tu cara sonriente.

Veo en ti, las profundidades del mar.

Veo en el mar profundo tu cuerpo.

Veo tu amor bravo en las rugientes olas.

Veo en las olas, la bravura de tu amor.

Veo en las rocas mojadas tus besos húmedos.

Veo tus besos en las húmedecidas rocas.

Veo en la fuerza del viento la promesa eterna.

Veo en la eternidad de la promesa la energia del viento.

Veo tu ser en sueños y soñándote te veo..

...Viéndote...

Josep Esteve Rico Sogorb(Elche)