Así sea sólo una vez por semana (ojalá fuera cada día) procure poner en práctica UNA virtud o UNO de los llamados valores humanos. Intente perdonar, o ser agradecido, tal vez: ser generoso, o amable y cordial; intente ayudar o ser solidario; ofrezca y comparta un beso o un abrazo, comparta un poco más con sus seres queridos, acérquese a una persona que necesite consuelo o apoyo, etc. Póngaselo como tarea cada semana, y por qué no.... cada día.
Puede romper las agujas del reloj, pero no puede detener el tiempo. El tiempo que perdió en tonterías, ya se quedó perdido, pero no se ha perdido la esperanza de iniciar, mañana, un "nuevo ciclo" con propósitos de renovación personal. Su vida avanzará al ritmo constante del tiempo; pero los buenos o malos resultados de sus vivencias dependerán de usted. Propóngase metas objetivas y nobles a partir de HOY y decida aprovechar cada día, para que los marque con el símbolo de su excelencia.
Sus pensamientos de felicidad son factores positivos de su bienestar y de la alegría que irradie a favor de sus relacionados. Viva alegre para que estimule su optimismo y para que afirme su entusiasmo de vivir, convivir y superarse. Sienta la alegría agradecida de gozar de su vida y de sus dones. La sana alegría atrae salud, la salud es equilibrio interno. Cuide de su salud física y mental y de su vida espiritual, pues es certero el proverbio chino: "Nada sienta mejor a tu cuerpo que el crecimiento de tu espíritu".
Armando Arzalluz Carratalá
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