Alucino con tu figura sonriendo discreta,
mientras brilla el sol con luces de primavera;
desde las profundidades del mar de mi subconsciencia,
bella ninfa o sirena desde tu mundo me urges…
a sumergirme en tu azul mar, para tal vez amarme.
Proyecto mi visión con los ojos de mi alma,
estás tú arropada de tus marinos dominios,
trono de raras criaturas, flora y fauna marina,
que sólo Dios y tú conocen sus afrodisíacos poderes,
mientras coros de peces danzando están en custodia.
Convertido en Tarzán me lanzo imaginario,
intrépido a explorar de tu reino sus deleites;
nacarados tus cabellos de oro en filigrana,
jugueteando me envuelven al vaivén de las corrientes,
arrastrándome confundido a tu lecho de azulejos.
Convertida en espejo, mágica y transitante,
tu imagen me provoca con canciones muy extrañas,
saturante tu fragancia copa a todas mis células,
tus retinas me devoran con mil caricias divinas,
y tu presencia intocada da longevidad a mis horas.
Sueño entonces jugueteando en las olas que provocas,
tu dulce voz me transporta hasta profusos azules,
voluptuosas las corrientes me envuelven en torno tuyo,
pero, ayyy, muy de repente, el frío atroz me invade,
y despierto a oscuras entre sábanas revueltas.
LUÍS YACO ORMACHEA MÉNDEZ -PERÚ-
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