Donde se fusilan sueños…
La honra se tiñe de sangre
en espacios violentos.
Las rosas no deponen
su destino épico,
cuando el rigor acecha.
El olvido deshoja
ciertos derechos
hasta convertirlos en polvo…
Ya sabemos… el sol no brilla
donde se fusilan sueños.
¿Acaso la mejor edad
puede encontrar la muerte
en la perfección de un pétalo?
Muchas veces, la tristeza
no halla consuelo.
Aquel día, se detuvo el tiempo…
fue en agosto, cuando el número trece
se vistió de negro.
Beatriz Belfiore, Argentina
Publicado en le libro Siempre iluminadas nunca olvidadad
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