Dedicado a todo el personal sanitario, de seguridad, de farmacia, de alimentación, de gasolineras y del transporte...
En un mundo injusto, tremendamente
injusto, donde todo está muy mal
repartido, tremendamente mal:
el dinero, el trabajo, la salud,
la inteligencia, la felicidad,
la belleza, hay un grupo de personas,
que se dedican voluntariamente,
y ocupan muchas horas diariamente,
a ayudar a otros para que levanten
el vuelo, y superen la enfermedad,
la pobreza, el paro, la soledad,
el racismo, el maltrato, el abandono.
Son personas sencillas, abnegadas,
que ofrecen su tiempo para aliviar
el mal trago que otros han de pasar
en su travesía por este mundo
tremendamente injusto donde muchos
cierran los ojos, esconden la cara,
taponan sus oídos y no escuchan
los gritos, el llanto, que les rodean.
Gracias, voluntario, por donar tiempo,
por contribuir con tu trabajo diario,
por ofrecer amor y compañía
a quienes lo precisan porque están
solos, porque están enfermos y tristes.
Gracias, voluntario, por estar siempre
dispuesto a entregarte plenamente.
JOSÉ LUIS RUBIO
No hay comentarios:
Publicar un comentario