Tal vez mi rostro refleje inocencia,
Refleje el comportamiento de una niña; pero le haré saber algo muy importante para mí.
Al conocerme ¡No se fije en el físico y observe detenidamente lo que tengo por dentro!
Tengo un corazón que va pregonando su nombre sin cesar.
Tengo esa alma de mujer que será el mejor de los complementos en cualquier historia de amor.
Déjeme demostrarle que sin tener experiencia puedo elevarlo al cielo con un dulce beso, una tierna caricia o ese te amo que estremezca su cuerpo y erice su piel.
A mi corta edad puedo aprender infinidad de cosas, especialmente puedo aprender cosas buenas y malas en el amor.
A mi corta edad puedo descubrir muchas cosas especialmente cuando lo tenga en mis brazos, cuando pueda conocer y explorar su cuerpo.
A mi corta edad me llevaré muchas experiencias, serán las más bonitas si usted me lleva de la mano y me conduce por los distintos caminos del amor;
Sin importar las espinas, sin importar las flores.
Tal vez muchos le dirán y lo criticarán por estar conmigo ¡Pero entienda que ellos de alguna forma nos quieran separar!
Tal vez le griten ¡Ella a tu lado huele a pañal!
Me disculpan, pero yo no huelo a pañal ¡Yo huelo a mujer, a juventud, a tentación!
No les haga caso y déjese llevar por lo que su corazón le indique.
Déjeme hacerlo feliz, déjeme caminar a su lado y sin mirar al pasado; pues considero que mi futuro lo compartiré con usted ¡Y solamente con usted!
Olvide a la niña y mire a esa mujer que antes de entregar su cuerpo y alma le da su palabra.
Mitzi Yadira Parra Ampudia
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