Sólo te pido
que le digas que lo amo,
que lo extraño como a nadie.
Que sueño con él cada noche,
como sus labios rozan los míos...
Como con la suavidad de una pluma
acaricia mi pelo
deslizando lentamente sus manos
por mi espalda
escribiendo cada uno de sus sentimientos hasta dejarlos tatuados en mi piel.
Dile que. ..
quiero hacer locuras hasta quedar
emborrachada de la dulce melodía de su voz recitando cada te quiero
al compás de la sutil belleza de su alma... aquella que me hizo sentir
la mujer más dichosa del mundo
con solo escuchar su respiración
en la voz callada de sus labios.
Maria De Los Angeles Ares Lago
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