Las mujeres no saben a mar,
No saben a soledad ni a tristezas,
No tienen el amargo sabor de ausencia,
Ni de días y noches de desesperanzas.
Las mujeres no saben a la distancia
Que se acrecentó en los ilusos pechos
Donde alguna ocasión se albergó un corazón,
Que siguió latiendo después de su partida.
Las mujeres no saben al desamor
Que germina en las almas abandonadas
En ese océano de la indiferencia,
Donde naufragó la ilusión de los poetas.
Y es cierto, las mujeres no saben a mar,
No saben distancia ni a desamor,
No saben a ilusiones perdidas
Ni a noches de soledad, bajo el cobijo de la luna.
Las mujeres saben a ríos de sensualidad,
Saben a lluvia, en noches de placer,
Saben a océanos de felicidad
Que empapan las almas de nosotros,
Estos simples mortales llamados “poetas”.
Las mujeres saben a la vida misma,
Saben de sinsabores y desencantos
Cuando se convierten en nuestras compañeras
En este camino, donde coincidimos.
Las mujeres saben AMAR incondicionalmente,
Son el alma que despierta nuestras conciencias,
Florecen en ese suelo a veces infértil y abstracto
De espiritualidad profunda y primitiva
Que es el corazón de los poetas…
FELIZ DÍA DE LA MUJER
(PARA MÍ, TODOS LOS DÍAS LO SON)
Felipe Alonso Pérez
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