Hay una mujer muy importante
detrás de tu bello rostro angelical
detrás de tu mirada triste en tendal
y detrás de ese cansancio andante.
En cada uno de tus desvelos a diario,
hay una mujer imponente, majestuosa
con gran fuerza, la fuerza de un león,
y se levanta como un roble
fuerte hermosa y apasionada;
se levanta enamorada.
Detrás de ese rostro fruncido y de mirada dura,
hay una bella mujer que está junto a tu lado,
una mujer valiente, dinámica y llena de dulzura,
que con mesura ha luchado el racismo generado...
apostada en las luchas del negro del pasado,
disfrazada de lobo feroz para no ser cordero;
esa mujer sumisa acarrea muy encrespado
el dolor, humillación y la tristeza en su cuero.
Detrás de su dulzura, se esconden los golpes
que laceran su corazón, pero anda los caminos
y en cada paso, sangran sus pies muy torpes
por el cansancio que le da la vida y ánimos.
Ha luchado contra el machismo del hombre,
por su género, su homólogo gana mucho más,
ovillamos y desovillamos todos los problemas,
terminamos tareas asignadas y no hay nombre.
Detrás de esa sonrisa a flor de piel, la mujer
es abusada, vejada, enlodada y maltratada,
y no hacemos nada, detener violencia; joder,
poder, obedecer, padecer, y sin ellos merecer.
Los tiempos cambian, los golpes nos enseñan
a defendernos y ejercer nuestros derechos;
a ascender en el ámbito político, que preñan
lo económico, social y cultural-muy satisfechos.
También, detrás de sus rostro duro, la mujer
es una rosa hermosa y perfumada,
una caricias entre las manos de sus hijos, su ser
hechicera de corazones, muy afortunada.
Gracias Mujer por tu esfuerzo, dedicación,
eres única, dándonos mucho amor y calor
y tus luchas constantes; si Dios en su acción
fuera mujer, el mundo sería mucho mejor.
Rosa Elizabeth Chacón León -Estados Unidos-
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