Soy pastor de tu romance
y de tus heridas soy candente hierro
cuando tu sangre hierve
en la brasa que me quema.
Vos sos el suspiro que me abraza
cuando tu calor decora el frío que te robo
para temblar ausente
del nido que me niega tu mirada.
Soy pastor de tus desiertos
en el frío de tus dunas de melancolía,
de noches que derriten estrellas
y sea mi calor piel de huellas que te calcen
de aventura...
Y del celo de tu fauna soy pastor,
de la simiente que naufraga en leche y miel
sin resabios del agobio de gandules del pasado
ni de abrojos ni de espinas; soy pastor
de tu aventura en la vendimia del vino
que me das a beber en la copa del recuerdo...
Ricardo Flores Joya -El Salvador-
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